La Arena da Baixada, Curitiba fue testigo del partido entre Nigeria e Irán, el cual cerraba la primera jornada del Grupo E. Un estadio dividido entre las dos selecciones, donde el color que más abundaba en las gradas era el verde-amarela, pero que igual apoyaban a los 22 jugadores que se encontraban sobre la alfombra verde del estadio.
Los jugadores iraníes llegaron a este primer partido del Mundial Brasil 2014 como la selección más goleadora de la eliminatoria asiática. Por su parte el cuadro de las Águilas Verdes llegó a la Copa del Mundo imponiéndose a Etiopía por un marcador global de 4 a 1.
Inicio prometedor
El equipo nigeriano se asentó mejor en el terreno de juego. A los 7 minutos marcó un gol que el juez central anuló por una falta sobre el arquero Haghighi en un tiro de esquina. Un minuto después Nigeria dejó escapar el primer gol del partido, cuando el defensor iraní Montazer hizo un despeje al centro del área que el delantero de nigeriano, Musa, contactó pero su balón pasó desviado del marco de Irán.
El duelo se diluyó con el paso del tiempo
Los primeros 20 minutos se jugó en su mayoría en el campo de Irán. El planteamiento de Carlos Queiroz era claro, defender con 10 jugadores detrás de su línea de medio campo dejando solo a Haji Safi en punta, buscando que ganara algún balón divido por su propia zaga.
Por su parte el equipo nigeriano adelantó las líneas para atacar con más hombres buscando recuperar el balón lo más cerca posible del área del conjunto asiático.
La estrategia iraní dio réditos, el conjunto africano tenía la pelota pero no encontraba los espacios necesarios para generar peligro en el área. El pelotazo empezó a ser la mejor opción de juego que encontraban los 22 futbolistas para saltar un medio campo demasiado poblado y que terminaban, la mayoría de las ocasiones, perdiéndose por el fondo del campo.
La desesperación del equipo nigeriano se volvió un rival más a sortear en el campo de juego, el conjunto colectivo se perdió y los futbolistas africanos querían resolver el partido a partir de individualidades.
Una nueva lesión en las canchas brasileñas
A los 29 minutos del primer tiempo, las Águilas Verdes tuvieron que realizar su primer cambio. El número 14 africano Oboabo no pudo continuar en el juego y en su lugar entró el histórico Yobo.
Ésta es la cuarta lesión que se presenta este día (16/06/2014) luego de las que se hicieron presentes en el cotejo de Alemania vs Portugal en el campo de Fonte Nova.
A los 33:33 Irán tuvo la oportunidad más clara del partido. Un tiro de esquina por la derecha de Timotian encontró en el corazón del área a Reza Ghoochannejhad que remató frente a Enyeama, quien con reflejos felinos sacó el manotazo y evitó la caída de su arco.
El encuentro continuó con pocas emociones en los arcos y el árbitro ecuatoriano Carlos Vera mandó a los equipos al descanso, cuando el reloj marcaba los 47 minutos del primer tiempo ante la silbatina que los aficionados otorgaban a ambos conjuntos.
Sin emociones en los últimos 45 minutos
El inicio del segundo tiempo fue parecido al primero, Irán no quería tener la pelota y Nigeria no sabía qué hacer con ella. Los primeros cincuenta minutos del partido dejaban en claro la supremacía de Nigeria, el equipo africano tuvo 67% del control de la pelota, mientras que el cuadro asiático sólo se hizo de la esférica 33%.
Para cambiar el rumbo del partido el técnico africano Stephen Keshi decidió sacar al minuto 51 al delantero Moses y mandar al campo de juego a Ameobi.
Fuera del inoperante ataque africano, se tiene que reconocer el orden que mantuvo el cuadro bajo del equipo iraní. Difícil resulta creer que mientras la mayoría de los seleccionados de Nigeria juegan en el fútbol europeo, los futbolistas iraníes participan en su la liga local y plantaban mejor cara que las estrellas africanas.
Con este ritmo de juego se fueron 40 minutos del segundo tiempo, de las cosas que destacar la primera tarjeta del partido la recibió Andranik Timotian a los 74 minutos.
El juez central ecuatoriano Carlos Vera agregó 3 minutos en un partido que, dado el nivel de la Copa del Mundo, dejó mucho que desear para los asistentes al estadio y quienes siguieron el partido por televisión.
