La directiva del León asumió hoy la responsabilidad ante la represión policial a aficionados del Tigres ocurrida en las tribunas de su estadio Nou Camp durante el partido de fútbol disputado el pasado fin de semana.
"Hay que asumir nuestra responsabilidad, estamos apenados con la gente de Tigres", declaró el presidente del equipo, Jesús Martínez Murguía, al reunirse con dirigentes de la Liga de fútbol y autoridades de la ciudad de León, centro del país.
Martínez sostuvo que lo ocurrido en las tribunas durante el partido León-Tigres "fue un tema externo a nuestra afición, pero al final lo que sucede en nuestro estadio nos corresponde".
Durante el partido León-Tigres, la policía reprimió a la afición del Tigres, incluidos mujeres y niños, que se oponía de manera violenta a salir del estadio antes del final del encuentro, aunque no se registraron detenidos ni heridos de consideración.
Por estos hechos, la Disciplinaria del fútbol mexicano determinó aplicarle al León una multa de 143.350 pesos (unos 11.100 dólares) y colocarle un primer aviso de veto para su estadio Nou Camp.
Martínez aseguró que el León cumplirá los protocolos de seguridad que señalan que deben salir primero del estadio los aficionados del equipo visitante, para evitar que se encuentren con los locales, que deberán esperar a ser desalojados de las tribunas.
"Vamos a cumplir con lo que marcan los protocolos. Hemos tenido operativos difíciles y han salido adelante, hay que reconocer que podemos mejorar en muchos sentidos y trabajar unidos con el personal del Municipio de León", añadió Martínez.
La alcaldesa de León, Barbara Botello, ofreció que el municipio preparará un cuerpo especial de seguridad para los partidos que actúe de una forma diferente.
"El compromiso es que en el próximo partido tengamos un equipo especial de seguridad para atender estas situaciones, lo que sucedió nos obliga a reforzar todos los aspectos y actuar de manera diferente por el bien de los aficionados", dijo Botello.
El León, del cual el empresario mexicano Carlos Slim es dueño del treinta por ciento, es uno de los ocho equipos miembros del comité de seguridad de la Liga que diseña un plan de acción contra la violencia en el fútbol, con el América, Pumas UNAM, Monterrey, Tigres, Santos, Querétaro y Pachuca.
El presidente de la Liga MX, Decio de María, recordó que la logística prevé que los aficionados del equipo visitante deben abandonar el estadio al finalizar el partido y los locales debe esperar en las tribunas para salir después.
