Argentina ya está en una de las semifinales al vencer este sábado a Bélgica, en un partido donde al parecer ambas selecciones nacionales dejaron mucho que desear.
Por momentos el encuentro parecía atascado, sin imaginación, con las estrellas desaparecidas en el campo. Una jugada afortunada para Argentina al inicio fue lo que definió el partido.
Ésta es la historia. En el Estadio Nacional de Brasilia los equipos nacionales de Argentina y Bélgica buscaban ser el tercer clasificado a las semifinales. El conjunto albiceleste fue el primero en tocar el esférico.
Pipita gol
Los primeros minutos fueron de total dominio por parte del equipo sudamericano, se hacía con la pelota en el medio campo y llegaban al fondo del corredor buscando enviar un centro peligroso.
El equipo de Argentina tuvo pronta recompensa cuando al minuto 8 Ángel di María envió un gran pase a Gonzalo Higuaín, que sacó un potente derechazo y clavó el esférico en el ángulo inferior derecho.
El gol no despertó a los europeos y cada vez que los belgas intentaban hacerse con la pelota la perdían con demasiada facilidad, provocando que sus jugadores tuvieran que regresar a toda velocidad a su medio campo.
Los argentinos bajaron la intensidad en el encuentro, lo cual le permitió a los Diablos Rojos tomar confianza y a los 25 minutos De Bruyne sacó un potente disparo desde la media luna, pero el portero Romero logró detener sin problema.
Alarmas rojas en Buenos Aires
Al minuto 28 Ángel di María se tendió en el campo sin moverse, las asistencias entraron a atender al volante argentino. El “fideo” ya no pudo más, el jugador del Real Madrid se resintió del muslo derecho y Sabella mandó al campo a Enzo Pérez.
El partido se diluía sin crear oportunidades frente a los marcos defendidos por Courtois y Romero. Al minuto 41 Bélgica casi empata el marcador, pero su remate salió desviado por centímetros de la meta Argentina.
La primera mitad terminó con el equipo sudamericano pidiendo la hora.
El segundo tiempo mantenía la tónica cancina del primero, Argentina se veía fundido en el campo, mientras que Bélgica no mostraba hambre de gol y parecía conformarse con la derrota por un solo gol.
Las jugadas de peligro en el campo se veían furibundas como la que tuvo Higuaín al minuto 54 que terminó estrellándose en el travesaño.
Un equipo argentino sin alma se veía en el campo de Brasilia, los europeos como tiburones olieron la sangre y empezaron a presionar a los argentinos.
Los Diablos Rojos tiraron la línea y metieron a los sudamericanos en su propio terreno, defendiendo en la última línea aunque sin tener que emplearse a fondo.
La escasa rigidez del árbitro central permitió que el equipo de Bélgica empezara a meter la pierna de manera desleal, provocando jugadas juzgadas con tarjeta amarilla pero que rayaban en la roja por la fuerza y forma de atacar al rival.
Al partido no le pasó nada, un juego cerrado, duro y que terminó con los argentinos colgados del travesaño.
Lionel Messi encontraba el balón pero no pudo hacer más con él. Al parecer la salida de Di María afectó en la animosidad del crack y ya no se le vio más en el partido.
Argentina avanza a semifinales y espera rival del duelo entre Costa Rica y Países Bajos.
