El momento más esperado llegaba, el partido más importante de la temporada estaba a punto de ocurrir, el mejor equipo de la Conferencia Americana se enfrentaba al mejor de la Nacional, la mejor defensiva contra la mejor ofensiva, el plato estaba listo para ser disfrutado en una ciudad que nunca había recibido el Super Bowl, el clima mejoraba y ahora todo era cuestión de realizar el trabajo que se había planeado con coraje, valor, entrega y sobretodo control de nervios.
Un día antes se dieron a conocer los mejores jugadores del 2013, Peyton Manning era reconocido como el MVP de la temporada, gracias a los 55 pases de TD y las 5,477 yardas por aire, ambos récords históricos en la NFL, así como los 450 pases completos, impresionante marca para un jugador que dos años atrás fue sometido a cuatro operaciones para fusionar las vértebras de su cuello.
Mayor presión no podría caer sobre los hombros del veterano Quarterback de Denver, la teoría era simple, realizar el trabajo que se había logrado durante la campaña regular.
Tras el volado inicial ganado por los Seahawks, serían los Broncos de Denver quienes empezarían con la primera ofensiva, el partido iniciaría con lo mejor, cada equipo mostraría su mayor fortaleza en el terreno de juego y fue entonces cuando el partido se inclinó rotundamente para un sector, Manny Ramírez, center de Denver, centraría el primer balón del encuentro justo cuando Peyton Manning se acercaba a su linea ofensiva para indicar algo que había leído en la defensiva de Seattle, el balón entró a la zona de Touchdown y Knowshown Moreno logró recuperar el balón en Safety, evitando la anotación de los visitantes.
Los Hawks no habían tocado el balón, su defensiva no había iniciado su trabajo y ya se encontraban arriba en el marcador.
El resto del partido siguió por la misma tónica, unos Seahawks aplastantes realizaron un partido soñado, el joven equipo cuyos integrantes nunca habían estado en un juego de campeonato salieron hambrientos, perfectamente inspirados y convencidos en lograr la hazaña de frenar el trabajo ofensivo de Denver, el más impresionante en la historia de la NFL, y establecer su dominio a la ofensiva.
Russell Wilson jugó un partido increíble, su movilidad rompió el esquema que había diseñado Denver, cuya defensiva había logrado detener en primera instancia a Marshawn Lynch, sin embargo la perfección del esquema planteado, los errores ofensivos de los Broncos y el incondicional apoyo del "12th man" lograron el cometido.
Esta es la primera vez en que un equipo logra anotar de las 6 formas posibles en un Super Bowl, consiguiendo el Safety al inicio del partido, Gol de campo (2 de Steven Hauschka), Touchdown terrestre de Marshawn Lynch, Touchdown defensivo tras una intercepción de Malcolm Smith, Touchdown de equipos especiales tras el impresionante regreso de Percy Harvin de 87 yardas al empezar el tercer cuarto y finalmente un par de Touchdowns aéreos a pases de Russell Wilson a Jermaine Kearse y Doug Baldwin.
Con esto, el equipo de Seattle conseguía su primer título de campeón de la NFL, tras su segunda incursión al Super Domingo, de una forma contundente y convincente, rompiendo muchas apuestas, pero sobre todo dejando en claro, una vez más, que quienes ganan los Super Bowls son las defensivas, en conjunto con un equipo unido, tanto en el vestidor como en el terreno de juego y que el espíritu, el trabajo y la concentración son base del éxito en cualquier disciplina.
Sin embarco, hay que destacar el trabajo de Peyton Manning, que si bien fue limitado por la defensiva de los Hawks y haber sufrido 2 Intercepciones, nunca bajó los brazos y pese al desconcierto que reflejaba su rostro, lideró a su equipo lanzando para 280 yardas y 1 TD. Algo rescatable para los Broncos de Denver, y sobretodo para la brillante carrera de este Quarterback, quien pese a la adversidad de este resultado, tiene garantizado su puesto en el Salón de la Fama y quedará marcado como uno de los mejores QB de todos los tiempos cuando decida retirarse.
Tras el resultado, este Super Bowl ha sido por tercer año consecutivo el más visto en la historia, rompiendo audiencia televisiva. De igual manera el Halftime Show, en el que participaron Bruno Mars y Red Hot Chili Peppers fue presenciado por 115.3 millones de personas, superando a lo hecho el año pasado por la cantante Beyoncé.
¡Felicidades a los Seattle Seahaws Campeones del Super Bowl XLVIII!
Y claro, a todos los "12th Man" que nos leen y disfrutaron de este partido.
