El partido que se llevó a cabo en un terreno de juego afectado por la lluvia constante, no permitió un desempeño ideal de los protagonistas del Clásico.
River, que jugó como local en la cancha del Estadio Monumental, fue quien tuvo mayor posesión de balón, pero Boca prefirió la contundencia y al 22 se puso adelante con un remate potente de Lisandro Magallán que el arquero Arruabarrena.
A partir del gol, los Millonarios se fueron con todo al frente, hasta que después de un remate potente a la portería de Boca, Fernando Gago intentó bloquear el disparo y fue expulsado injustamente por una supuesta mano que el árbitro sancionó como penal y que posteriormente fallaría Rodrigo Mora tras mandar el balón "a la luna".
Ya en el segundo tiempo, los bosteros estando en inferioridad numérica, se plantearon el partido para jugar a la contra, cuidando en todo momento el no recibir otro gol que les quitara la ventaja.
Los embates de los locales fueron constantes, hasta que el esfuerzo les redituó con el empate al minuto 78 cuando el portero de Xeneize, Agustín Orión, "escupió" un balón que Germán Pezzella aprovechó para mandarlo al fondo de las redes.
Así se firmó la igualada bajo la lluvia, dejando a un River Plate todavía invicto y en la punta de la competencia local; y por otro lado, a un Boca Juniors en el noveno sitio de la clasificación apenas con 14 unidades.