Los guerreros fueron dueños del balón durante casi todo el juego, pero en la recta final del encuentro cedieron el esférico y les costó caro.
En la primera parte Santos se dio cuenta que podía sacar ventaja de la velocidad de Quintero, pues es justo esa la debilidad de la zaga michoacana y así lo hicieron durante 45 minutos, creando peligro en base al ecuatoriano.
A pesar de las constantes llegadas, fue hasta el 44 cuando Santos reflejó en el marcador su superioridad con un contragolpe matón que Chuletita Orozco definió de gran manera para después irse a descansar.
Cuando se reanudaron las acciones en el Territorio Santos Modelo, Morelia parecía no haber regresado del vestidor, y Santos aprovechó la desconcentración para apenas iniciada la parte complementaria, marcar el segundo por conducto de Rentería al 46.
El técnico de Morelia mandó al 61 toda la carne al asador, ingresando a Depetris y Carlos Morales; resultando un cambio efectivo, ya que Morales en el primer balón que tocó, hizo el gol a balón parado para acercar a la Monarquía al minuto 62.
Al 67 Santos pudo liquidar, pero el árbitro tuvo una polémica decisión al anular un tanto lagunero por un supuesto fuera de juego.
Así siguieron las acciones, hasta que a partir del minuto 78 Santos inexplicablemente cedió el control del esférico y fue ahí donde Morelia aprovechó para llegar constantemente al arco rival y en una de esas oportunidades, Alaníz consiguió que le marcaran un penal que a la postre él mismo cobraría para empatar el juego.
De esta forma, Santos dejó ir la oportunidad de ganar el cotejo, ante el último lugar de la tabla general y uno de los rivales más débiles del torneo.
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