El Quicken Loans Arena, casa de LeBron James y los Cavaliers fue sede del momento histórico cuando Golden State Warriors consiguieron el título de campeonato de la NBA luego de 40 años de sequía tras ganar tres partidos consecutivos.
Luego de verse abajo en la serie 2-1, los Warriors consiguieron levantarse y conseguir el título en el sexto partido tras ganar 105-97 a los Cavs, gracias al gran trabajo de Stephen Curry, quien fue elegido MVP de la temporada regular.
El dominio de la duela por parte los Cavaliers y el excepcional trabajo del rey LeBron James, no fue suficiente para ganar el partido y obligar a un séptimo que les diera la oportunidad de conseguir el primer título para los de Cleveland.
Así deporte fue justo para los jóvenes guerreros de Golden State, quienes fueron el mejor equipo de la temporada regular y el mejor equipo de las finales, convirtiéndose en la primer quinteta, desde los Bulls de Chicago en 1991, en ganar el título con puros jugadores novatos en una serie de finales.
Steve Kerr, entrenador de GSW, se inspiró en los cinco títulos que consiguió en su etapa como jugador profesional y se convirtió en el primer entrenador novato en erguirse como campeón desde 1982.
El veterano Andre Igoudala fue elegido como el MVP de la serie, haciendo historia el ser el primer jugador en ganar la distinción en unas finales tras no haber sido titular en ningún partido de la temporada regular.
Quedará entonces para la historia la espectacular serie de King James, quien se convirtió en el primer jugador en la historia en promediar 36.6 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias por partido en una serie de finales.
Con el triunfo, los Warriors consiguen el cuarto título en la historia de la franquicia consiguiendo romper la "cuarentena" de títulos, consiguiendo el primero en 40 años.