La mexicana Galia Moss, quien cumple un viaje en velero alrededor de América Latina, reconoció que la soledad en medio del mar es difícil de asumir y por eso inventa trampas para soportarla.
"No me he acostumbrado nunca a la soledad, es difícil estar tanto tiempo sola, estoy 24 horas conmigo y en ese tiempo oigo mucho a la mente y me tengo que animar", dijo hoy a Efe la deportista que hace dos días pasó la línea del Ecuador y se encamina a Brasil.
Moss, quien zarpó el 6 de noviembre de Xcaret, México, reconoció que ha sentido miedo en su travesía, pero medita, hace oraciones y mantras con los que suelta, acepta y bendice todo como forma de acallar su mente.
"También tengo frases en sanscrito", dijo la velerista que pasará las fiestas de Navidad en alta mar y ese día tratará de variar la cena para comer algo diferente a su menú usual, basado en más de 10 tipos diferentes de comidas deshidratadas y en conservas.
"Quizás haga algo distinto, ponga unos foquitos en el barco y abra una botella de vino que me regalaron en la isla de San Martín, aunque solo tomaría un trago porque estoy en un estado de supervivencia", comentó.
La mexicana estuvo en San Martín porque cuando se dirigía Granada, en el Caribe, tuvo problemas con el velero por lo que decidió dirigirse a la isla francesa donde halló piezas de repuesto y corrigió un problema de la bomba de agua y la rotura de una cuerda de la vela mayor.
Después pasó duras tormentas durante más de una semana, pero cumplió el objetivo de pasar el Ecuador y ahora, según dijo, está con un ánimo excelente mientras bordea Brasil a unas 100 millas naúticas de la costa, con la idea de llegar a Salvador de Bahía en alrededor de siete días.
Moss agradeció el apoyo de su familia y de amigos que le envían mensajes a diario y confío en mantenerse en buenas condiciones después de haber pasado la dura etapa inter tropical, antes del Ecuador.
El recorrido de Moss se ha reflejado en donativos para construir una escuela y dar apoyos a 978 niños, dentro de proyecto de sus patrocinadores de donar fondos para educación por cada par de millas recorridas por la velerista.
Después de Brasil, la mexicana tocará puerto en Chile, pasará por las islas Galápagos (Ecuador) y llegará al puerto mexicano de Acapulco entre los meses de abril o mayo para cumplir el proyecto de navegar en solitario alrededor de Latinoamérica en seis meses.
MCH
