El Tricolor y sus malas costumbres

Los manuales de buen comportamiento y de la ética profesional parecen no tener cabida dentro del seno de la Selección Mexicana de Fútbol. En la historia del “tricolor” las peleas y “chanchullos” son pan de cada día.

01-Ago-2014 QuimiNet Selección Mexicana
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La pelea de la Selección Mexicana contra el equipo de Irlanda del Norte dejó muy mal parada a la Federación Mexicana de Fútbol. La actitud alevosa, desleal y con mala fe por parte de Carlos Arreola, jugador que pateó la cabeza del futbolista irlandés, mostró una cara que México ha intentado ocultar ante el mundo.
 
El equipo de dirige Sergio Almaguer perdió el partido frente al equipo europeo, el resultado y el desarrollo del encuentro caldearon los ánimos de los mexicanos, quienes quisieron cobrarse por lo criminal lo que no supieron ganar por lo legal.
 
De la “cámara húngara” salieron expulsados Kevin Gutiérrez, el guardameta Raúl Gudiño y Carlos Arreola.
 
Mientras el comité organizador de la “Milk Cup” analiza qué medidas tomar contra el equipo azteca, informó que la Federación Mexicana de Fútbol ha enviado una carta ofreciendo sus más sinceras disculpas al comité y a la selección de Irlanda.
 
Por su parte, el técnico del conjunto europeo, Stephen Craigan, solicitó que México no vuelva a ser invitado al torneo y reciba una dura sanción ante los acontecimientos de días pasados.
 
Esta campal se une a otros problemas que ha vivido el conjunto mexicano a lo largo de la historia y aquí te presentamos algunas situaciones que han hecho romper a la Selección de México las buenas costumbres.
  • Problema de los cachirules (1988)
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El “Chachirulazo” es el mayor escándalo del fútbol mexicano a nivel de selecciones nacionales.
 
Este bochornoso espectáculo se vivió en 1988 cuando se descubrió que la selección juvenil mexicana de fútbol alineó por lo menos a cuatro jugadores que sobrepasaban la edad reglamentaria, mientras competía en las eliminatorias para clasificar a la Copa Mundial de Fútbol Juvenil de 1989.
 
El fraude cometido por la Federación Mexicana fue descubierto por los periodistas Antonio Moreno y Alfredo Ruiz, quienes fueron vetados y difamados por la Federación encabezada por Rafael del Castillo.
 
Ante la gravedad de las acusaciones y la grotesca reacción de Del Castillo, José Ramón Fernández le dio salida a la noticia en la televisión y la radio dando mayor impacto a la noticia.
 
Como consecuencia, la CONCACAF marginó a México de la eliminatoria al Mundial juvenil de fútbol a realizarse en Arabia Saudita y también sancionó a la selección con una suspensión de dos años.
 
Rafael del Castillo acudió a Zúrich para apelar la sanción pensando que la amistad entre Guillermo Cañedo y Joao Havelange reduciría la sanción, pero lo que consiguió fue que la FIFA ampliara el veto de dos años a todos los equipos representativos mexicanos provocando que el equipo tricolor no pudiera competir en la eliminatoria mundialista para Italia 1990.
  • Aquellas tarde de campal en el Azteca (1993)
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El 8 de agosto de 1993, México se enfrentó al Atlético de Madrid, equipo en el cual militaba Luis García Postigo, en el Estadio Azteca.
 
En lo que se suponía una fiesta de fútbol, al final todo fue un fiasco derivado de una durísima entrada de Juan de Dios Ramírez Perales sobre el delantero polaco Roman Kosecki, que desató tremenda bronca en la cual Jorge Campos llegó dando y recibiendo leña donde se encontraba la trifulca.
 
El árbitro decidió expulsar a dos jugadores por equipo, Jorge Campos y Juan de Dios Ramírez Perales, por parte de México, y Roman Kosecki y Diego por el equipo colchonero.
 
El triste episodio llegó en un pésimo momento, con la Copa América en puerta y después de la sanción de dos años por los cachirules, una bronca en el césped sagrado del Estadio Azteca no fue la mejor forma de volver al reflector mundial.
  • Javier Aguirre pateando panameños
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Se jugaba la Copa de Oro 2009 realizada en Estados Unidos. Corría el minuto 38 del segundo tiempo y el equipo mexicano empataba contra Panamá en el Reliant Stadium a un gol.
 
Los jugadores de Panamá habían logrado neutralizar al equipo mexicano y daba la situación que en una contra los caribeños podrían conseguir la victoria. La impotencia del campo de juego pasó a la banca y cuando Ricardo Phillips ganaba una pelota pegada a la línea de cal, Javier Aguirre le tiró una patada a la cual el jugador respondió con un empellón.
 
La “picardía” de Javier para cortar el avance panameño le costó 3 juegos de suspensión y una multa de 25,000 dólares que el técnico mexicano tuvo que pagar de su bolsillo.

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