Lo que significaba una oportunidad perfecta tanto para tapatíos y poblanos de tomar un respiro de conseguir el triunfo, se convirtió en un suplicio para los aficionados que observaron el juego, pues de los dos, no se hizo uno.
En la primera parte, los equipos dieron un juego ríspido y cortado sin tener ninguna oportunidad clara, y fue únicamente al minuto 6 un remate de cabeza por parte de Vidrio y desviado por el portero Rodolfo Cota, lo único que preocupó a la Franja, mientras que por parte del Puebla, Wilberto Cosme tuvo una oportunidad frente al arquero al 46 que no supo definir.
El segundo tiempo inició con la sustitución de Omar Bravo por Toledo a causa de una lesión, y fue al 50 cuando Chivas tuvo la mejor oportunidad del partido cuando el árbitro marcó un penal a su favor, por un supuesto jalón dentro del área sobre Reyna, que al momento del cobro del mismo Ángel, el portero del Puebla atajó de maravilla.
Después de esta falla, el partido se ensució con una gran cantidad de faltas, siendo al 68 cuando vino la primera expulsión del partido, cuando Néstor Vidrio le propinó una patada en la espalda baja a Pajoy, que recién había ingresado.
Gio Hernández ingresó por Fierro para ajustar la desventaja, pero como si Puebla no quisiera ninguna ventaja, Michael Orozco se hizo expulsar al 73 por doble amarilla, dejando en igualdad a los dos conjuntos.
Bustos se jugaba el puesto, y tras sacar a Reyna entre abucheos al 74, intentó con el joven Zaldívar marcar alguna diferencia, aunque no contaba con que vendría la segunda expulsión para Gudalajara cuando Castro se enganchó con Cuauhtémoc Blanco y recibió la segunda amarilla.
A partir de la expulsión, el técnico del Puebla, Sánchez Solá hizo los cambios para aprovechar la ventaja, pero los relevos Noroña y Acosta no dieron el resultado esperado, ya que no marcaron diferencia alguno sobre el terreno de juego y finalmente el partido se acabó con un empate 0-0 que de poco le sirve a ambos.
