Contra Chile se verá la magia
Brasil sabe jugar los partidos de vida o muerte. Es cierto, no ha dado la mejor de sus caras, pero eso hace pensar a la grada que lo mejor está por venir. Calidad, nombres y hombres tiene en cada posición del campo, jugar peor no puede y sólo queda ir hacia arriba.
Del lado del equipo del país de la samba, garotas y caipirinhas está la afición, monstruo de 60 mil gargantas que reclama en el estadio, que aplaude y festeja cualquier jugada para animar a los suyos a dar más. Además de la afición Brasil tiene a su lado la historia, si bien es cierto, los libros y estadísticas no se calza las medias y los zapatos de fútbol, el pasado pesa sobre los hombres de aquéllos que igual no habían nacido pero tienen que vivir bajo su sombra.
En mundiales la canarinha se ha enfrentado tres veces a los andinos. En todas las oportunidades les ha ganado, 11 goles a favor y 3 en contra. En los últimos 27 partidos que se han jugado en la tierra amazónica Brasil ha ganado en 22 ocasiones y han empatado cinco veces. Es más, en los últimos 68 partidos el conjunto chileno sólo ha obtenido la victoria en 7 ocasiones mientras que el “Scratch” lo hizo en 48 oportunidades.
Si estos números deportivos no bastaran, las casas de apuestas en México pagan sólo la mitad de lo que una persona invierte por la victoria de Brasil, es decir si apuestas 10 te paga 5, en cambio, se ve tan improbable que el conjunto chileno se lleve el encuentro que si llegaras a apostar los mismos 10 te pagaría 35.
Brasil sigue el gran ejemplo de los books de apuestas… “La casa nunca pierde”
La casa nunca pierde
Es verdad no has sido espectacular, atrás quedaron los tiempos del Scratch du Oro, has tenido algunas ayudas de los árbitros y tu juego es más defensivo que cuando te dirigía Dunga, pero todo eso queda en segundo término cuando pasos por tus campos, cuando las torcidas te rinden pleitesía y sobre todo cuando el jugador que porta el mítico 10 en la espalda toma el balón y recuerda que el “Jogo Bonito” de las favelas aún tiene cabida en el mundo del fútbol moderno.
Fulgurante Estrella
El nuevo heredero de las glorias del “O’Rei Pelé” sabe echarse al equipo al hombro, su magia y fantasía hacen que la victoria siempre esté cerca y aún no existe equipo que pueda detener la magia del otrora jugador del Santos de Brasil.
El joven de peinado a lo “pájaro loco” no necesita de tanto del equipo, mientras el balón le quede de frente a la portería el problema está resulto aunque tenga que driblar a rivales y a algunos troncos (Fred) que se encuentre en el camino.
El recuento de los daños
Lo que hacía pensar que la participación de la verde-amarela sería una fiesta empezó de la peor manera posible. Si bien el equipo no consigue enamorar a la torcida, ha tenido la contundencia necesaria para calificarse como primero de su grupo. En esta primera fase la canarinha consiguió siete de los nueve puntos posibles, producto de dos victorias y un empate.
Turbio primer partido
El partido de inauguración contra Croacia sembró demasiadas dudas en el trabajo y calidad de los jugadores de “Felipao” quienes perdían desde los 11 minutos por un autogol de Marcelo. Sin embargo la pelota encontró a quien sabe qué hacer con ella y Neymar Jr. demostró que es un líder en el campo de juego, magia y samba ofrecen los pies del nacido en São Paulo y a los 29 minutos encontró la puerta y regresó el partido al script original.
Después el árbitro japonés, Yuichi Nishimura, ayudó a controlar al equipo europeo y lo apuñaló inventándose un penal al minuto 69 que el 10 cobró con una tranquilidad propia de un jugador que se sabe tocado por los dioses del fútbol. Con el partido y los jueces a su favor Óscar remató al equipo europeo al minuto 91 decretando el tercer gol de la verde-amarela.
Empate con sabor a derrota
El segundo encuentro de este equipo fue ante el combinado mexicano, en papel un rival inferior al croata, pero que tiene en las gradas y el banquillo una dosis de energía contra la que cuesta trabajo jugar. Sin embargo el equipo de Scolari dio muestras de toque y buen fútbol que lo llevaron a plantarse en cuatro ocasiones mano a mano frente a un Guillermo Ochoa que salió en plan de Robin Hood y le robo la gloria al equipo local.
Brasil quiso pero no pudo, o mejor dicho Brasil puso, Dios dispuso pero “Memo” todo lo descompuso. Así con un marcador igualado a cero goles la escuadra brasileña salió del Estádio Castelão sin el botín y con un agridulce sabor a derrota tras el empate.
El canario se comió al gatito indomable
El último encuentro de la primera fase
lo jugó contra la dinamitada selección de Camerún. Los otrora leones indomables no fueron rival digno de una Copa del Mundo y más que felinos de alta envergadura parecían unos lindos gatitos. Lo extraño fue que este encuentro se vendía como una fiesta digna del Sambódromo pero en el transcurso del encuentro se volvió a dejar a los asistentes con más dudas que respuestas. La estrategia de Scolari era clara, dar el balón a Neymar Jr. y que este resolviera el juego, para fortuna del técnico brasileño, su dibujo táctico volvió a dar resultado y terminó ganando el encuentro 4 goles a 1.
