La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, presentó l proyecto de un centro de entrenamiento paralímpico de alto rendimiento, cuyas obras comenzarán en Sao Paulo en los próximos meses y que estará acabado en 2015, a un año de los Juegos de Río 2016.
El centro deportivo, con un área de 94.000 metros cuadrados, albergará dos canchas de fútbol, varios campos de tenis, una pista de atletismo y cuatro gimnasios para deportes como baloncesto en silla de ruedas, natación, esgrima, halterofilia, judo, rugby, tenis de mesa o voleibol sentado.
Rousseff afirmó en la ceremonia, realizada en el palacio de los Bandeirantes, sede de la gobernación regional, que Brasil le "debe" a sus deportistas paralímpicos un centro "de excelencia" como este, porque ellos "enorgullecen" al país.
La jefa de Estado también consideró que estas instalaciones deportivas demuestran el "compromiso" de Brasil con los deficientes y también le sirve para "proyectar una imagen de un país que sí se quiere transformar en una gran potencia".
El presidente del Comité Paralímpico Brasileño, Andrew Parsons, afirmó al blog de la Presidencia que el centro estará abierto a deportistas y entrenadores de otros países de América Latina y África.
El objetivo de Brasil es ser el quinto en el medallero de los Juegos Paralímpicos de Río 2016, después de haber terminado séptimo en Londres 2012 y noveno en Pekín 2008.
MCH