Dice una dicho que "goles son amores y no buenas razones" y esta vez esto fue lo que definió el pase del Barcelona frente al Bayern Múnich, quienes pese a dominar a placer en la segunda mitad no lograron desquebrajar la sólida defensa culé y quedaron eliminados frente a su gente.
El Barcelona de Luis Enrique nuevamente ganó la partida ante el Bayern de Guardiola, pese a que vinieron de un marcador adverso mostrándose aplastantes en la segunda mitad y ganando el trámite del partido, pero quedando cortos en el marcador global para acceder a una nueva final de Champions League.
Y es que el Barça lo tenía claro, necesitaban anotar para condicionar el pase a los alemanes y así fue, en dos jugadas se combinaron los tres genios blaugranas, Messi para Suarez, éste para Neymar y el brasileño marcó un doblete en menos de 15 minutos que sentenció la eliminatoria en favor del cuadro catalán.
Dos goles por parte de Robert Lewandowski y Thomas Müller hicieron vibrar las gradas del Allianz Arena que no dejaron de apoyar y gritar pese a que los minutos transcurrían y el milagro alemán se alejaba más y más, mientras la figura de un compatriota, Marc-André Ter Stegen se erguía como la figura del partido.
Al final, Pep Guardiola tuvo nuevamente la razón al decir que "el Barcelona es el mejor equipo del mundo jugando al contraataque", sin embargo, tras la derrota no quedó más que reconocer el esfuerzo de sus jugadores quienes se quedaron sin la opción de conseguir el triplete, conformándose únicamente con el título de liga.
Así mismo aprovechó para felicitar abiertamente al Barcelona y deseándoles "de corazón, ojalá ganen la Quinta", pues para él La liga ya la tienen ganada.
Con este resultado, el Barcelona alcanza su cuarta final de Champions League en los últimos 10 años, buscando así ganar su Quinta orejona de la mano de un tridente ofensivo que luce imparable bajo la tutela de un técnico que hasta hace unos meses se le cuestionaba si tendría la capacidad de hacer a éste un equipo ganador.
