La elección de Luis Fernando Tena como el tercer mejor entrenador del mundo en el 2012 ha sido tomada como un hecho curioso en el mundillo del fútbol de México, por no ser el elegido el técnico titular de la selección de mayores.
Tena, quien llevó a México al título olímpico en Londres 2012 con un equipo sub'23, recibió 70 votos en la encuesta de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), que situó al español Vicente del Bosque en el primer lugar, seguido del italiano Cesare Prandelli.
Si bien parece un acto de justicia a Tena, vencedor del favorito Brasil en la final olímpica, causa polémica porque su nominación dejó sin opciones de ser tomado en cuenta a José Manuel de la Torre, entrenador en jefe de México, con buen trabajo en el 2012, al cumplir actuación perfecta en seis partidos de la eliminatoria mundialista y sumar cuatro triunfos y dos reveses en amistosos.
El nombramiento de Tena confirma que los entrenadores, como los futbolistas, no son tan buenos como cuando ganan ni tan malos como cuando pierden.
Hace catorce meses, el director técnico estuvo a punto de ser despedido por sus malos resultados, sobre todo en la Copa América, en la que fue eliminado en primera ronda luego de presentarse con un equipo de jugadores novatos.
Lo criticaron, le pusieron plazos y pocas veces tomaron en cuenta algo diferente a los resultados, sin tener en cuenta las condiciones en que aparecieron.
En octubre del 2011, el México de Luis Fernando Tena venció a Argentina en la final de los Juegos Panamericanos, luego conquistó el título del torneo de Toulon 2012 y en agosto en Londres consiguió el triunfo más resonante del fútbol mexicano en su historia, el cetro olímpico, suficiente para apuntalarse como técnico.
Según la IFFHS, Tena es el mejor entrenador de América Latina, seguido de los manejadores argentinos Alejandro Sabella, seleccionador de su país, colocado sexto del mundo, y José Pekerman, de la de Colombia, situado octavo.
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