Rusia y Corea del Sur se someten mutuamente

En el último partido de la Jornada 1 de Brasil 2014, los equipos de Fabio Capello y Hong Myung-Bo terminaron en el primer empate con goles del Mundial.

VEM - Partidos - 16
 
El último partido de la primera fase del Mundial Brasil 2014 lo disputaron Rusia y Corea del Sur en la Arena Pantanal de la ciudad de Cuiabá. Este inmueble recibió su primer partido de Copa del Mundo el 13 de junio cuando Chile venció a Australia 3 a 1.
 
El equipo europeo de Fabio Capello aparecía con un 4-4-2 mientras que la escuadra asiática, dirigida por Hong Myung-Bo, se presentaba en el rectángulo verde con un 4-3-2-1.
 
El ataque de Rusia buscaba llegar por las bandas, sobre todo por la izquierda en la cual Yury Zhirkov era el responsable de llegar a línea final. Por su parte, el cuadro de Corea del Sur buscaba atacar con Lee Chungyong y Park Chuyoung.
 
En los primeros 10 minutos las estrategias propuestas por los directores técnicos se neutralizaron, las dos selecciones llegaban con habilidad hasta tres cuartos de cancha, pero cuando debían de encarar la última, no encontraban a quién ceder la pelota o los centros se estrellaban en los defensas.
 
Rusia
Foto por EFE
 
 
El juego lo fue llevando el equipo europeo, tenía más tiempo la pelota y los relevos que hacían sus jugadores tenían sentido ofensivo, sin embargo, al no tener referente en el área por la constante movilidad que presentaba Alexander Kokorin, los medio campistas tenían que retrasar la jugada y la oportunidad se perdía.
 
El Equipo Nacional adelantó la línea buscando recuperar la pelota lo más cerca de la portería de Jung Sungryong, sin embargo, los huecos que dejaba la escuadra rusa le permitían en los pocos lapsos luminosos que tenían los asiáticos, arrimar el equipo adelante y generar algún problema al meta Igor Akinfeev.
 
 
Dominio alterno
 
A los 28:30 Ki Sungyueng llega con fuerza desmedida a pelear una pelota con Alexander Samedov, el cual alcanzó a ver de reojo al jugador surcoreano y levantó el pie que, de haberlo dejado plantado en el césped, habría provocado una lesión peligrosa al ruso. El encargado de cobrar la falta fue el central Sergey Ignashevich, quien sacó un zapatazo de derecha que el arquero pudo rechazar metiéndole el pecho.
 
El partido empezó a ser un toma y daca.
 
A los 33 minutos Koo Jacheol le pegó desde la frontal del área tomando mal parado al arquero Akinfeev, pero Ignashevich alcanzó a desviar la pelota con la cadera y la envió a tiro de esquina. Cuando el reloj marcaba los 38 minutos Son Heungmin le rompió la cadera a la defensa central rusa, con el balón botando el delantero surcoreano no espero que bajara lo suficiente y cuando lo contactó mandó su remate a las nubes.
 
El árbitro argentino Néstor Pitana agregó un minuto al primer tiempo que hasta el pitido del juez se mantuvo sin goles.
 
El segundo tiempo inició calientito, a los 46:26 Victor Faizulin disparó desde fuera del área, provocando que Jung Sungryong desviara la pelota a contra mano para el deleite de los camarógrafos y asistentes al estadio. De la gran atajada del arquero coreano, al 46:33 Vasili Berezutskiy cabeceó el tiro de esquina, pero su remate pasó a centímetros de la portería.
 
El ida y vuelta fue vertiginoso y empezó a decantarse por el equipo que vestía de blanco. Al minuto 48 Koo Jacheol mandó disparo desde fuera que Igor Akinfeev rechazó de puños hacia un lado, dos minutos después Park Chuyoung de nueva cuenta a 25m del área grande encontró un hueco y disparó con violencia, provocando que el portero ruso tuviera que hacerse con la pelota en dos tiempos.
 
Luego de estas jugadas el equipo ruso se replegó cediendo la iniciativa a Corea del Sur y esperando que en un descuido pudieran cazar al equipo asiático, sin embargo así como los coreanos adelantaban la línea, al momento de defender los asiáticos recorrían sus líneas y provocaban que Rusia tuviera que enfrentar a dos defensores por cada ofensor.
 
Olvidó ponerle dedos a los guantes
 
Cuando más sordo se volvía el partido el arquero ruso inyectó vida al encuentro. Corría el minuto 67:43, lo que parecía otro disparo de fuera del área terminó cambiando momentáneamente el partido. Lee Keunho disparó al lugar donde estaba parado Akinfeev, sin embargo, éste, en lugar de desviar la pelota, intentó pararla. El balón que venía pateado con mucha violencia rebotó en sus manos y terminó adentro de la red, ante la sorpresa de propios y extraños.
 
Había que meterla con lo que fuera
 
Luego del gol, el equipo surcoreano se desacomodó en la cancha y esto le permitió al conjunto ruso tomar confianza, pero sin provocar un verdadero peligro frente al marco.
 
Una jugada que parecía perdida generó el gol del empate, al minuto 73 Yury Zhirkov desbordó por el corredor del área y sacó un disparo potente que el arquero Sungryong no pudo controlar y tras una serie de rebotes, la esférica terminó primero en el abdomen y después en la pierna derecha de Kerzhakov, que terminó mandando la pelota al fondo de la red.
 
El partido empezó a volverse largo por la humedad, los medios estaban lejos de sus delanteros y estos tenían que tirarse a las bandas buscando la pelota, lo cual dejaba al equipo sin referente en el ataque y facilitaba la labor de las defensas, que sólo tenían que esperar a que se ahogaran los jugadores en la línea de cal.
 
Los últimos cinco minutos del partido dejaron ver que el equipo de Rusia se adaptó mejor al clima brasileño, pues hasta el minuto 94 seguía teniendo piernas para llegar al frente, mientras que el conjunto asiático reventaba lo más lejos posible de su arco el balón y sus delanteros no hacían nada por encontrar la pelota.
 
Los 4 minutos añadidos por Pitana no tuvieron más emociones y transcurrieron con el partido empatado a un gol.

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