En el 2011, el lateral del América saltó la fama luego de que el periodista Mauricio Pedroza resaltara las "limitaciones" técnicas del futbolista a través de Twitter con el Hashtag, #TodoEsCulpaDeLayun, frase que se hizo viral en las redes sociales y que los aficionados utilizaron para mofarse de Miguel Layún, situación que en un principio fue complicada para el jugador y que posteriormente supo utilizar a su favor.
Miguel Layún Prado nació el 25 de junio de 1988 en Córdoba, Veracruz, siendo en el equipo de la ciudad donde tuvo la oportunidad de debutar como futbolista profesional en 2007, cuando Aníbal Ruíz dirigía a los Tiburones.
Posteriormente descendió en 2008, curiosamente dirigidos esa temporada por Antonio Mohamed y Miguel Herrera, con quien se consumó el descenso.
Cuando se encontraba jugando en la entonces Primera A en 2009, a Layún le surge la oportunidad de probar suerte en el Viejo Continente con el Atalanta de Bergamo de Italia, donde desafortunadamente no tuvo la participación que esperaba, jugando únicamente dos partidos, en los cuales acumuló 32 minutos.
Su regreso a tierra Azteca
Ya para el Torneo Bicentenario 2010, América sorpresivamente repatria al volante mexicano, plantel con el que no tuvo muchas oportunidades en dicha competencia, al sumar apenas 300 minutos de juego.
Fue hasta el Apertura 2010, cuando logró hacerse de un lugar dentro del equipo por algunas jornadas, pero cuando llegó el Apertura 2011, volvió a ser relegado a la banca por Carlos Reinoso.
Entonces vino Miguel Herrera al timón de las Águilas para el Clausura 2012, luego de que los azulcremas habían terminado penúltimos de la general; el ‘Piojo’ ha sido una de las personas claves en la carrera de Miguel Layún, pues a partir de la confianza que le comenzó a dar el técnico, la carrera del veracruzano despuntó de forma impresionante y convirtiéndose en un indiscutible en el esquema del América.
2013 marcó la consolidación de Layún como futbolista, logrando ser campeón con América y anotando el gol en la tanda de penales contra Cruz Azul con el que las Águilas levantarían el título, algo que le valió para ser convocado a Selección Nacional para ir al Mundial de Brasil 2014 y callando definitivamente todas las críticas sobre su nivel y refrendando que es un jugador que a base de mentalidad y trabajo logró superar sus carencias para convertirse en el jugador que es actualmente.
De esta forma, Miguel Layún nos demuestra que aun en la máxima competencia es posible mejorar día a día, y que el nivel de un deportista es proporcional al tiempo que se le invierta a maximizar las virtudes para ser un mejor atleta.
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