Justin Rose saboreó la gloria tras 43 años de abstinencia de los ingleses

El cielo de Filadelfia vio coronarse al nuevo campeón del Grand Slam quién cierra una herida de años sin triunfos

17-Jun-2013 EFE Golf
El inglés Justin Rose se adjudicó el título del Abierto de los Estados Unidos de golf disputado en Merion (Pensilvana), que le introduce en el palmaré
EFE
El inglés Justin Rose se adjudicó el título del Abierto de los Estados Unidos de golf disputado en Merion (Pensilvana), que le introduce en el palmarés de campeones de torneos de Grand Slam
Un puño cerrado pegado a los labios, una mirada y un beso lanzado al cielo de Merion, en Filadelfia, fue la emotiva dedicatoria en el hoyo 18 de Justin Rose, el nuevo campeón de Grand Slam con cuyo éxito cierra, además, una herida en Inglaterra: 43 años sin triunfos de uno de sus golfistas en el Abierto de los Estados Unidos.
 
Rose embocó su último 'putt' en el hoyo 18 para una vuelta ganadora de 70 golpes (par). El inglés rescató la bola del hoyo, la apretó con fuerza en la mano, muy cerrada, mientras cabeza al cielo visualizaba con los ojos cerrados la imagen de su padre recientemente fallecido. Por su rostro cayeron las lágrimas en el 'Día del padre' en los Estados Unidos. En su corazón y paralelamente, la alegría era inmensa.
 
Rose debutó con 16 años en un torneo de Grand Slam, el Open Británico. Después, su cortejo ha durado otros largos 16 años. Media vida se la pasado Rose buscando levantar un trofeo de los denominados Grandes. En Merion, Rose puso final feliz a una larga búsqueda y, también, a 33 años de espera para ver a un inglés, los reyes del golf europeo, levantar la gran copa.
 
Tony Jacklin, en 1970 (Hazeltine) fue el último campeón del Abierto nacido en Inglaterra, el país que exportó el golf al país que ahora es la gran industria mundial de este deporte.
 
Rose tomó el testigo de Jacklin, un mito. Merion, un terrible campo con un 'rough' brutal, ganó a Rose, por uno arriba. Pero el inglés superó por dos golpes y frustró el asalto final del líder al comienzo e ídolo estadounidense, Phil Mickelson.
 
El australiano Jason Day y el zurdo Mickelson empataron en la segunda plaza, mientras el español Gonzalo Fernández-Castaño fue capaz de concluir en el puesto décimo, en su segunda comparecencia en este prestigioso torneo.
 
La jornada final fue de pura supervivencia, como en las tres anteriores. Mickelson, con sus maderas 3 y 4 en vez del 'driver', calcó su estrategia que le mantuvo tres días en el liderato: precisión en detrimento de la distancia para pisar calles.
 
Pero a Phil, en el día del padre y en su vigésima segunda tentativa al torneo por excelencia de su país, encontró el 'rough' más de lo debido. El zurdo, que parecía levantarse tras embocar un 'eagle' en el hoyo 11 con un largo 'approach', firmó al final 74 golpes (+4). Fueron muchos golpes para un domingo, y eso le dejó a Rose el camino directo hacia su primer 'major'.
 
MCH

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