Nikwei Issac, que el año pasado llegara a Tailandia para jugar con el Ayutthata FC, declaró a la radio ghanesa Akyeaa FM que tuvo que ejercer la prostitución a cambio de un visado.
Foto por Quiminet / Nikwei Issac
El jugador declaró: "Aquí es necesario prostituirse a cambio de un visado. Aconsejo a todos los jóvenes que se lo piensen bien antes de aceptar un traspaso a Asia".
Como muchos otros jóvenes africanos, Issac vio en el deporte la oportunidad de salir de su país y poder vivir en un mundo mejor, motivo por el cual cayó en manos de un “agente” que prometió cumplir sus sueños de estrella, que se convirtieron en pesadilla.
"Un agente me convenció de irme a Tailandia prometiéndome un contrato de ensueño, pero al llegar me di cuenta que en realidad era todo mentira y que la vida sería muy dura. He tenido que luchar para sobrevivir”.
El jugador ghanés comentó que "muchos jugadores africanos, sobre todo de Ghana, no pueden volver a casa. Muchos no tienen dinero y están obligados a cumplir con lo que se les pide para adaptarse y vivir allí, ya sea vendiendo droga o viviendo con mujeres de aquel sitio prostituyéndose con ellas a cambio de una ayuda".
Las palabras de Nikwei buscan crear conciencia en los jugadores africanos mostrándoles la cruenta realidad de confiar en grandes contratos en países asiáticos, y les pide que antes de firmar revisen con cuidado la información y se asesoren con personal de la Federación de Fútbol, para evitar situaciones como la que él y algunos colegas viven actualmente en Tailandia.
