Se avecina un juego rocoso
La suerte enfrentará a los estadounidenses a la selección de Bélgica, el caballo negro ha demostrado una solidez defensiva increíble y una contundencia total delante del marco enemigo. Ambos equipos comparten un estilo de juego parecido, mucha gente en el medio campo, apostar por el control del balón y dejar a los virtuosos hacer lo que quieran en el campo.
Si bien, la estadística diría que el balón se decantará por el conjunto belga, el fútbol dirá otra cosa. Los dirigidos por Klinsmann además de saber jugar sin el balón, tienen la capacidad de hacerse dueños del mismo, algo que duele al equipo europeo. Tienen profundidad por las bandas y sus nueves no son jugadores 100% de área, lo cual les permite una movilidad diferente a la hora de atacar.
Dentro del campo las figuras norteamericanas no salen a cuidar la inversión de los patrocinadores. Cuando a Dempsey se le necesita está ahí, siempre está para atacar, defender, apoyar y regañar a sus jugadores, la gran diferencia entre ambos jugadores no es que uno juega en el Chelsea y otro en el Seattle Sounders, la verdadera gran diferencia es que “Deuce” siempre aparece.
El equipo de las barras y las estrellas tiene todo para seguir volando, sólo tiene que apropiarse de la frase de Tony Montana… “The world is yours”
The world is yours
Eres el equipo bastión de una Confederación que los puristas del fútbol tachan como la más débil y aburrida del orbe futbolístico. Este deporte no es tuyo, no está en tu sangre y aún así tus genes competitivos te han llevado conquistarlo. Hace ocho años iniciaste un proyecto llamado “We can fly” buscando ser campeón del mundo en un lapso no mayor a 15 años y los pasos que has conseguido desde ese momento han sido de gigante.
Tu grupo en primera fase no era cosa fácil. Tenías enfrente a una aplanadora alemana, un equipo africano que se ganó un nombre hace 4 años y un equipo portugués basado en un solo hombre. Y aún así les diste pelea a todos y dejaste en claro que cuando de competir se trata no regalas nada a nadie ni te impresionan los nombres que tienes delante.
Nuevo Capitán América
Tenías la difícil tarea de suplir un hueco que parecía difícil. Llenar los zapatos del antiguo capitán era complicado y aún así tomaste la responsabilidad sabiéndote capaz de llevar el destino de tus once compañeros dentro del campo.
Tus goles a base de esfuerzo y riñones sólo son opacados por lo duro de tu fuerza para reponerte a la adversidad. Sufriste un golpe de KO frente al equipo de Ghana y aún así regresaste al campo con la huella de la batalla en tu rostro para seguir moviendo los hilos de tu equipo. Capitán y referente obligado cuando desde las gradas se escucha la frase “I believe”
El juego de sus vidas
La fase de grupos del conjunto de las “barras y las estrellas” fue de más a menos, sin embargo sus jugadores en cada uno de los partidos salieron a jugar y dejar jugar al fútbol, a buscar la meta, ofender y ser ofendidos, un toma y daca que la grada agradece, aunque ser el mayor villano político les llevó a jugar de visitante un partido sí y otro también.
Sus futbolistas transpiran patriotismo y gallardía en dosis desmedidas. Ya no son aquel equipo amateur, pero siguen entregando en la cancha eso que se tiene en el barrio y que algunos pierden cuando se vuelven profesionales de este deporte.
Disfrazados del Capitán América
Debutó en esta Copa del Mundo enfrentando a la poderosa escuadra de Ghana. Pero sólo necesitó un minuto con treinta segundos para poner el juego a su favor y manejar los tiempos del partido como una selección que entiende de este deporte todo. El segundo tiempo tuvo un bajón de juego, provocado por el estilo de juego de Klinsmann y gracias a las condiciones climatológicas.
Cuando el equipo africano los alcanzó en el marcador y parecía que el juego se les iba de las manos apostaron por ese orgullo norteamericano y a falta de cuatro minutos en el reloj consiguieron el gol de la victoria para sentenciar el marcador con una victoria de 2 a 1.
Fallaron las piernas
El partido contra Portugal era decisivo para las aspiraciones norteamericanas. Las casas de apuestas los ponían como los grandes perdedores y Nani a los 16 minutos le daba la razón a los apostadores. Pero si algo nos ha quedado claro con el conjunto norteamericano gracias a sus partidos y a sus películas, es que darlos por muertos es el peor error que alguien puede cometer.
Para el segundo tiempo el conjunto de Jürgen salió a devorarse el campo, encerró a los portugueses en su área, nulificó a Cristiano y corrían de lado a lado de la cancha como si la humedad no existiera en la ciudad de Manaos. Consiguieron el empate al minuto 64 y al 80 su capitán puso las cosas a su favor, sólo que no contaban con tener que jugar hasta el minuto 95 y ya sin fuerza en las piernas por el derroche físico realizado el conjunto portugués les encajó el del empate y terminaron 2 a 2.
Forma y Fondo
Se jugaban la vida, con un ojo en Recife y otro en Brasilia. Sabían que podían perder, la derrota podía estar presupuestada, pero también debían estar el pendiente que ghaneses y lusos no se convirtiera en una masacra de goles a favor de un solo equipo.
El peor partido de los americanos en este torneo, les falló la forma, la física, la táctica, la deportiva pero no el fondo. Controlaron a los alemanes, los desquiciaron, le mostraron la puerta pero no les dieron la llave. Un gol de “la perla alemana” sentenció el encuentro y clasificó a ambos equipos a Octavos de Final.