El llamado "Clásico de Tamaulipas" ha tenido en el pasado algunos incidentes de violencia entre las aficiones, por lo que previo al encuentro, la directiva de Estudiantes de Altamira anunció que no se venderían boletos a la barra visitante, algo que no evitó que los barristas ingresaran al recinto el pasado domingo por la noche.
Ya durante el partido, los seguidores de Correcaminos se colocaron en una de las cabeceras para apoyar a su equipo, sector donde al medio tiempo tuvo lugar el enfrentamiento contra la barra de Altamira, que aparentemente fue a buscar a la gente del ‘Corre’, resultando con varios heridos a causa de las piedras lanzadas entre uno y otro bando.
Para terminar con la violencia, además de la policía, ingresaron elementos uniformados de militares para separar a los barristas, y minutos antes de concluir el encuentro, que finalizó con un empate a cero, los aficionados de Correcaminos fueron retirados del Estadio Altamira.
Luego de estos actos, la Comisión Disciplinaria tomó la determinación de sancionar con mil días de salario mínimo (67,290 pesos) a Correcaminos por disturbios, mientras Altamira recibió una multa de 1,500 días (100,935 pesos), por falta de seguridad y disturbios.
En el tema deportivo, el juego de Vuelta se llevará a cabo en el Estadio Marte R. Gómez el próximo domingo, y quien resulte ganador enfrentará al vencedor de la llave entre Atlante y Necaxa en la gran final de la Liga de Ascenso MX.