El encuentro que nadie quiere jugar, uno de los más desleales de la Copa del Mundo porque un equipo tiene más descanso que el otro y porque de nada le sirve a los equipos seguir gastando las piernas de sus jugadores en partidos que sólo sirven para que el organizador se llene los bolsillos de dinero.
Foto por EFE
Las selecciones de Países Bajos y Brasil saltarán a la cancha con dos ideas distintas de la importancia del juego, mientras los europeos han declarado que es una pérdida de tiempo, que no les representa una verdadera emoción disputarlo, los brasileños buscarán aminorar el dolor de su gente después de la humillación sufrida a manos de Alemania y cuyas consecuencias aún no se conocen porque el equipo sigue en la competición.
Una derrota para ambos equipos sería dolorosa, pero más para el local, que si no puede ni quedarse con ese tercer puesto la presión social les hará entender la frase “amar a Dios en tierra de indios”. Si el equipo neerlandés pierde, será un dolor fácil de asimilar pues tienen todo en contra y salir terceros, cuartos, quintos o duodécimos ya no es importante pues para ellos lo único válido era levantar la Copa del Mundo.
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Para “Felipao” las horas parecen contadas, su continuidad al frente de la canarinha es insostenible de acuerdo al próximo vicepresidente de la Federación Brasileña de Fútbol, gane o pierda Luz Felipe estará fuera y después del FRACAZO dirigiendo a la verde-amarela que pueda conseguir trabajo en un club de primera línea se ve complicado. Por su parte Louis van Gaal también tiene las horas contadas frente al conjunto naranja pero por diferentes razones, el estudioso técnico tenía un acuerdo con el Manchester United para dirigirlos pasara lo que pasara después del Mundial Brasil 2014.
El día 31 de esta Copa del Mundo, el partido 63 de Brasil 2014, el encuentro que las grandes potencias futbolísticas quisieran no jugar.
