El equipo blaugrana comenzó abajo en el marcador, logrando reponerse únicamente gracias al enorme talento de la figura de Lionel Messi, porque en realidad si no fuera por el argentino, Barcelona se hubiera visto en complicaciones para sacar el partido que a la postre ganó con un contundente 5-1.
Messi, siempre es exigido a definir los partidos de Barcelona y ser determinante en el rumbo de su equipo. Esto no asusta al rosarino, por el contrario, lo hace y de qué forma.
El Espanyol consiguió ponerse al frente al minuto 13 en una jugada donde Caicedo robó un balón a Busquets en media cancha, mismo que el ex culé Sergio García tomó para encarar y llevarse a un lento Piqué, y ya dentro del área mandar el balón a la red para el 0-1.
Los minutos pasaban y los periquitos parecían tener controlado el fútbol culé a pesar de algunos embates en contra, hasta que Lío se decidió a bajarle el ego al equipo del mexicano Héctor Moreno, disparando desde fuera del área para vencer al arquero Kiko Casilla y poner el 1-1 previo al descanso.
Espanyol ya lo había logrado una vez, así que salieron al complemento con la intención de volver a vencer la meta del chileno Bravo, pero apenas al 50' Luis Suárez, pondría un balón a modo a Messi, que tras un cañito sobre un defensa pondría el 2-1.
Ya en lo mental Espanyol venía a menos, dando facilidades en la marca que permitieron un tercer tanto por conducto de Piqué, que así lavaba su error en el gol recibido.
Vendría Héctor Moreno a la cancha al 60', que poco podría hacer en una noche donde Messi salió inspirado. Al minuto 70 caería el 4-1 de Pedro en una acción prácticamente solo, y en la recta final del partido, exactamente al 81', el pocas veces caprichoso cuando toca los botines de Lionel Messi, tocó las redes después de una jugada dentro del área para convertirse en el tercer hat-trick de Messi para completar el 5-1 del derbi catalán y así llevarse un balón más a su colección.