En lo que lució como una repetición de lo ocurrido en Santiago en 2015, la Selección Chilena venció nuevamente en penales a la Selección de Argentina para apuntarse su segundo título continental en la Copa América Centenario.
El gran momento futbolístico que vive La Roja se ha vuelto a combinar con la llamada Maldición Albiceleste para que los chilenos se alzaran con el bicampeonato ante más de 82 mil aficionados que llenaron el MetLife Stadium de Nueva York.
De héroes a villanos. Lionel Messi y Arturo Vidal, las grandes figuras, fallaron en la tanda de penales.
El partido fue prácticamente una repetición de lo vivido en Santiago en la Copa América 2015, un encuentro por momentos vertiginoso, ríspido, trabado y sin goles durante los 90 minutos de tiempo reglamentario y cuya paridad se extendió hasta los 120 para que llegaran los penales.
Argentina tuvo para liquidar el encuentro en los pies de Gonzalo Higuaín, quien al igual que en Brasil 2014 y Chile 2015, no tuvo el temple de definir un partido que lucía hecho para la Albiceleste.
Con Messi cargando en sus hombros con todo el equipo, Argentina logró llegar en casi un veintenar de ocasiones al arco chileno, pero la precisión y contundencia que tanto presumieron durante el torneo se quedó en el vestuario.
Cabe mencionar que el partido quedó condicionado desde el primer tiempo luego de las polémicas expulsiones de Marcelo Díaz y Marcos Rojo.
La más peligrosa fue obra de Sergio “Kun” Agüero con un cabezazo directo al ángulo que fue bien rechazado por un monumental Claudio Bravo, quien ya daba síntomas de que se convertiría en la gran figura del encuentro.
Si bien Argentina superó a Chile durante el trámite, tampoco fue amplio dominador ante una Roja muy sólida, compacta y muy bien armada grupalmente, que también tuvo sus oportunidades de peligro a través de Eduardo Vargas, quien con un rifazo de pierna derecha y un cabezazo hizo trabajar a Sergio Romero.
Llegaría la definición por penales y de manera inesperada los dos líderes y rebeldes del campo fallarían, Arturo Vidal abriría la tanda con una atajada de Romero y Lionel Messi volaba el tanto que daba momentáneamente el título a Argentina.
Al final, una falla de un cobro telegrafiado de Lucas Biglia atajado por Claudio Bravo y el acierto de Francisco “Gato” Silva terminarían por darle el título a Chile, quien se une a Uruguay y Brasil como los únicos bicampeones consecutivos, sólo por detrás de la misma Argentina que logró el tricampeonato entre 1945 y 1947.
Por su parte, la Generación de Oro de la Selección Chilena llegó a dos títulos luego de cuatro finales perdidas en Copa América y el proyecto de Juan Antonio Pizzi resurge luego de que luciera tambaleante durante el inicio de la Eliminatorias Rumbo a Rusia 2018.
* DATO VLD – Con esta son tres finales consecutivas que pierde el técnico Gerardo “Tata” Martino, luego de haber caído en la edición de 2011 ante Uruguay y las dos más recientes con la Selección Argentina ante Chile.
