Este año el Ramadán inicia el 28 de junio, justo cuando inician los octavos de final de la copa mundial. Es la primera vez desde 1986 que la justa mundialista coincide con el mes sagrado musulmán.
Esto es causa de preocupación para algunos futbolistas musulmanes.
Durante el mes del Ramadán, los musulmanes observantes deben abstenerse de comer, beber y tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el anochecer.
Desde el mundial de México 1986 no había ocurrido que el mundial coincidiera con el mes sagrado. En dicho mundial la selección de Kuwait se vio afectada en su desempeño por el Ramadán.
No comer ni beber es un gran reto para los futbolistas, especialmente en Brasil donde el calor es difícil de aguantar, incluso para los mejor preparados.
La época del año no es favorable. Por ejemplo en Fortaleza la luz del día dura alrededor de 12 horas, amaneciendo alrededor de las 5.30 am y anocheciendo alrededor de las 5.30 am. La temperatura promedio máxima es de 30 grados centígrados y la humedad es en promedio del 92 por ciento.
Varios equipos de la copa tienen jugadores musulmanes. No sólo los que representan a países con mayoría musulmana como Bosnia, Algeria e Irán. También hay jugadores musulmanes en los equipos de Francia (Benzema), Alemania (Ozil), Suiza (Senderos), Bélgica (Fellaini), Costa de Marfil (Touré) entre otros. Si sus equipos pasan a octavos de final deberán enfrentar esta situación.
¿Cómo respetar el Ramadán y jugar?
Aquellos jugadores que decidan respetar el Ramadán deben seguir indicaciones como comer muchos hidratos de carbono que desprenden energía lentamente como camote y elote. Deben evitar cualquier cosa con mucha azúcar. Sin embargo, el principal problema está en la ingestión de líquidos. La deshidratación puede afectar el rendimiento y los procesos mentales. Es posible que sientan fatiga fácilmente. Se les aconseja tomar muchos líquidos antes del amanecer y no entrenar durante las horas más calurosas del día. También se sugiere que tomen una siesta.
Algunos atletas musulmanes que se han visto en situaciones semejantes en anterioridad han optado por aplazar su Ramadán hasta después de las competencia o evitar el ayuno los días que compiten. Queda en cada quien lo que debe hacer y balancear su observancia religiosa con su compromiso futbolístico.
