Bien lo dijo Gary Lineker tras la Copa Mundial de Italia 1990: “El fútbol es un juego simple, 22 hombres persiguen una pelota durante 90 minutos y, al final, los alemanes siempre ganan”.
A un año del Mundial, el Estadio de San Petersburgo fue testigo de la final de la Copa FIFA Confederaciones Rusia 2017, una justa que sirvió para confirmar dos factores: la calidad en la organización y la superioridad del fútbol alemán.
Y es que Chile lucía como uno el rival con los mayores argumentos, bicampeón de la Copa América y con su generación dorada a su máximo nivel, sin embargo, enfrente tendrían a una joven y prometedora selección alternativa alemana, cuya base sería la selección que consiguió medalla de plata en Río 2016 y sólo tres jugadores campeones en el Mundial de 2014.
El partido inició con gran presión y nivel de juego por parte de La Roja, haciendo del arquero del Barcelona, Marc-André Ter Stegen, el héroe momentáneo del partido.
Sin embargo, todo cambiaría al minuto 20’, cuando Marcelo Díaz, uno de los jugadores más pulcros de la Selección Chilena, cometería un craso error a la salida que sería aprovechado por Timo Werner y finiquiado por Lars Stindl para poner adelante a Die Mannschaft.
Desde entonces el equipo de Juan Antonio Pizzi comenzó a desmembrarse, empezando a perder la calma y la paciencia minuto a minuto ante una sólida Alemania que hacía del contragolpe su principal arma y que poco a poco empezó a jugar mejor, dominando el partido.
El partido cambiaría pasada la hora de juego, cuando tras codazo ridículo a Timo Werner, Gonzalo Jara se salvaría de una clara y ridícula expulsión por una hartera falta que se convertiría en polémica, luego de que el árbitro la revisara con ayuda del VAR y únicamente mostrara tarjeta amarilla.
Desde entonces, Chile empezó a crecer, aunque seguía pecando de contundencia.
Muestra clara fue la clara jugada de esfuerzo de Edson Puch, quien rescató un balón perdido y puso pase de gol para Ángelo Sagal, quien voló el esférico estando sólo frente al arco al 83’.
Alexis Sánchez tendría en sus pies la última jugada del partido en un tiro libre que fue bien atajado por parte de Ter Stegen al 94’, dictando así el triunfo de la Selección Alemana.
Así, el cuadro alternativo a la Selección Campeona del Mundo conquistó su primer título de Copa Confederaciones, uniéndose a Brasil, Argentina y Francia como los únicos países en ganar todos los campeonatos de mayor prestigio organizados por la FIFA: Copa Mundial, Copa Confederaciones y Copa Continental correspondiente.
Draxler, Bravo y Werner, los tres ganadores a las distinciones personales de la Copa Confederaciones Rusia 2017.
Además del título, el capitán alemán de 23 años, Julian Draxler, uno de los pocos Campeones del Mundo convocados, fue elegido y ganador del Balón de Oro al Mejor Jugador del torneo.
El Botín de Oro al mejor goleador fue para el también alemán Timo Werner, quien al igual que sus compañeros Leo Goretzka y Lars Stindl se despachó con tres goles, pero el delantero de Leipzig se lució con dos asistencias.
Finalmente, el arquero chileno del Manchester City, Claudio Bravo, fue acreedor al Guante de Oro por delante de Marc-André Ter Stegen gracias a su vital participación en las Semifinales, tras atajar tres cobros en la tanda de penaltis, lo que significó la clasificación Chilena a la final.
