Todo transcurría con normalidad cuando cerca de finalizar el encuentro entre el Real Sociedad y el Marathón, la polémica comenzó tras la decisión del árbitro Manuel Zelaya.

La jugada se suscitó al minuto 84 cuando el portero Júnior Morales se quedó con el balón en una acción previa y cuando se disponía a realizar su despeje, el arquero le dio unas leves nalgadas al delantero del Marathón de forma amistosa.

Acto seguido, el juez de línea, Denis Mazariegos, comunicó lo sucedido al árbitro central, provocando que el portero Morales fuera expulsado, marcando además una pena máxima en contra del Marahtón.

Ante esta controversial decisión del silbante, el cancerbero se negó a abandonar la cancha con el apoyo de su equipo, al considerar su expulsión una decisión injusta, que derivó en la suspensión del partido.

Por su parte, el árbitro Manuel Zelaya declaró después del juego los motivos de la suspensión del juego, más no de la polémica expulsión.

“Suspendo el partido definitivamente al 90+3 ya que el jugador Júnior Morales, después de ser expulsado, no quiso abandonar el terreno de juego y sus compañeros le decían que no se saliera de la cancha; no quisieron aceptar el tiro penal ni la tarjeta roja. Di un tiempo prudencial para reanudar el juego, pero no se dio en vista que el club Marathón se puso en rebeldía”, expresó Zelaya al final del partido.

Por lo pronto, habrá que esperar qué reacción causa este suceso en la Federación Nacional de Fútbol de Honduras (FENAFUTH), hecho que raya en lo ridículo y que está dando la vuelta al mundo por lo atípico del caso.