La FIFA, el ente rector del fútbol a nivel mundial, celebrará elecciones en mayo próximo para elegir a su presidente y uno de los candidatos que buscará “destronar” al líder actual, Joseph Blatter, es el príncipe de Jordania Alí Bin al Hussein.
El príncipe, de 39 años y que actualmente funge como vicepresidente de la FIFA, dijo que es tiempo de cambiar el foco lejos de las controversias administrativas que ha enfrentado el organismo en los últimos meses y enfocarse de nueva cuenta al propio deporte.
"Los titulares deben ser sobre el fútbol, no sobre la FIFA", dijo este martes al anunciar su candidatura.
Alí Bin al Hussein es considerado un cercano a Michel Platini, un férreo crítico del suizo Joseph Blatter. Es príncipe en su país y también preside la Federación Jornada de Fútbol desde 1999 y fundó en 2000 la Federación de Asia Occidental, que incluye a 13 naciones..
Es hijo del fallecido rey Hussein de Jordania y de la reina Alia, quien murió en un accidente de helicóptero en 1977, según detalla BBC Mundo.
Gracias a él, las futbolistas musulmanas pueden usar el hijab (velo islámico) en los partidos.
La FIFA ha estado en medio de los reflectores mediáticos por la controversia que generó la elección de las próximas dos sedes mundialistas, Rusia 2018 y Qatar 2022, ya que se especula que hubo actos de corrupción de por medio en el proceso de votación.
La propia FIFA encargó un análisis, que estuvo liderado por Michael García, ahora expresidente de la Cámara de Investigación del Comité de Ética, quien recientemente renunció a su cargo ya que el máximo organismo rechazó publicar los resultados.
Joseph Blatter se encuentra al mando de la FIFA desde 1998, cuando fue electo por primera vez, y ahora busca su quinto mandato.
Otro de los contendientes en las próximas elecciones es el exdiplomático francés, Jerome Champagne, quien fuera ejecutivo en varios cargos en la FIFA bajo el liderazgo de Blatter.
Se prevé que las candidaturas queden registradas oficialmente el 29 de enero de este año y los participantes deben tener el respaldo de un mínimo de cinco de los 209 miembros de la FIFA.
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