La historia está del lado del Bayern Múnich

Con un Baile en Múnich sólo un desastre, o un milagro del Barça, podrá quitarle su pase a la final

24-Abr-2013 EFE Fútbol Internacional
El entrenador del Bayern de Múnich Jupp Heynckes (i) celebra con sus compañeros un gol del equipo durante el partido de ida de la semifinal de la Liga
EFE
El entrenador del Bayern de Múnich Jupp Heynckes (i) celebra con sus compañeros un gol del equipo durante el partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones que disputaron este martes contra el FC Barcelona en el Allianz Arena de Múnich, Alemania
La historia reciente del Bayern Múnich tal vez pueda enmarcarse entre un 4-0 en contra -el 8 de abril de 2009 y en el Camp Nou ante el Barcelona- y otro a favor, anoche, en la Allianz Arena, ante el mismo rival.
 
De una fecha a otra el Bayern ha tenido tres entrenadores distintos, ha sido campeón alemán dos veces -contando la de esta temporada que está sentenciada- y ha ganado una vez la Copa de Alemania, lo que puede repetir en junio próximo.
 
Además ha jugado y perdido dos finales de la Liga de Campeones y sólo un desastre, o un milagro desde la perspectiva culé, podrá quitarle ahora su tercera final.
 
En 2009, tras aquella goleada del Barcelona liderada por un pletórico Lionel Messi, el Bayern entró en un estado de depresión que lo llevó a cuestionar muchas cosas.
 
La conclusión de aquel partido fue que el fútbol era otra cosa a lo que intentaba jugar Klinsmann. El modelo tenía que ser el Barcelona de Pep Guardiola, lo que explica que ahora el Bayern haya decidido fichar al entrenador catalán para la próxima temporada.
 
Para los últimos compromisos de la temporada, tras la destitución de Klinsmann, se fichó a Jupp Heynckes, que en esos momentos estaba retirado del fútbol, cuya misión era salvar el tercer lugar y, con ello, la clasificación a la Liga de Campeones.
 
Hecynckes cumplió, recomendó a Louis van Gaal como futuro entrenador del Bayern y, para sorpresa de muchos, anunció que le había tomado otra vez gusto a entrenar y fichó por el Bayer Leverkusen.
 
Van Gaal tuvo una temporada con final feliz, doblete de Copa y Bundesliga y final de la Liga de Campeones, y otra que no pudo terminar por diferencias con la cúpula del club, en medio del ascenso del Borussia Dortmund que le arrebató la Bundesliga.
 
La herencia de Van Gaal fue el culto a la posesión de pelota, el ascenso al primer equipo de algunos jugadores que se hicieron claves como el central Holger Badstuber, ahora lesionado, el lateral izquierdo David Alaba o Thomas Müller, el verdugo del Barcelona en el Allianz Arena.
 
En la segunda temporada de Van Gaal, la obsesión por la posesión de pelota se convirtió en una maldición para el Bayern, ante el ascendiente Dortmund que basaba su juego mucho más en la verticalidad. Franz Beckenbauer sugirió con ironía introducir una segunda clasificación que sólo considerara la posesión de pelota que sin duda ganaría el Bayern.
 
Sin embargo, lo decisivo para la marcha de Van Gaal fue otra cosa. El Bayern, que había intentado, sin éxito, llenar el vacío dejado por la retirada de Oliver Kahn con el canterano Michael Rensig, optó por fichar a Manuel Neuer para la siguiente temporada.
 
Van Gaal, entonces, se inventó otro portero de la cantera, Thomas Kraft, que cometió errores decisivos en los partidos claves de la lucha por el título y además creó un mal ambiente en la afición frente al fichaje de Neuer.
 
El holandés no terminó la temporada, fue sustituido interinamente por uno de sus asesores, y para la temporada siguiente se organizó el regreso de Heynckes, un hombre mucho más discreto que Van Gaal que no da la sensación permanente de creer que se ha inventado el fútbol.
 
Heynckes asumió parte de la herencia de Van Gaal, agregándole verticalidad y, además, un plan para los partidos en que el equipo no tuviera la pelota, cosa que, según llegó a decir el capitán Philipp Lahm en su autobiografía, era una posibilidad que no se planteaba en los tiempos de Van Gaal.
 
En la primera temporada de Heynckes el Bayern jugó bien pero el Dortmund jugó mejor y le arrebató la Bundesliga y la Copa, con un 5-2 que fue asumido como un desafío. Y el equipo llegó a la final de la Liga de Campeones que perdió en los penaltis contra el Chelsea en su propio estadio.
 
Lo increíble es que después de esa temporada que terminó con tres frustraciones Heynckes haya logrado hacer al equipo todavía mejor, arrasar en la Bundesliga y llevarlo tan lejos en la Liga de Campeones, coronando la campaña con su goleada al Barcelona que permite, cuatro años después, pasar página al drama de 2009.
 
Del Dortmund el Bayern también se desquitó, al echarlo en cuartos de la Copa de Alemania y sacarle 20 puntos de ventaja en la Bundesliga.
 
FR

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