Johan Cruyff y el sueño fallido de las Chivas de ser Barcelona

El sueño de parecerse al Barcelona que las Chivas de Guadalajara acariciaron con la contratación de Johan Cruyff, se transformó en pesadilla

12-Dic-2012 EFE Fútbol Internacional
Cruyff y el sueño fallido de las Chivas de ser Barcelona
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Cruyff y el sueño fallido de las Chivas de ser Barcelona
El sueño de parecerse al Barcelona que las Chivas de Guadalajara acariciaron en el 2012 con la contratación de Johan Cruyff, se transformó en pesadilla y acabó de tajo el 2 de diciembre con un enredo de poco fútbol, resultados pírricos y un raspón a la fama del exjugador y exentrenador holandés.
 
Después de nueve meses de asesoría casi a la distancia, las Chivas apenas pueden presumir de haber cambiado el césped artificial de su estadio por uno natural, de haber cumplido una pretemporada en Barcelona y de mantener en el banquillo a John Van't Schip, indicado por Cruyff para liderar ese insólito proceso en el que el equipo mexicano pasaría a jugar como el catalán.
 
Cruyff apenas viajó tres veces a México en los nueve meses que duró su contrato, y los malos resultados desgastaron la relación que se rompió el 2 de diciembre, durante la final del Torneo Apertura mexicano, que conquistó el Tijuana.
 
La descalificación que Cruyff hizo de las Chivas al afirmar que ya no podía llamarse un equipo grande del fútbol mexicano, impactó en la estima de los aficionados, que seguramente se manifestaron en la temporada al dejar semivacías las tribunas de su estadio.
 
Además, el holandés desconoció la historia del club, que solo incorpora jugadores mexicanos en su plantilla, al pedir una y otra vez el fichaje de refuerzos extranjeros.
 
Como si fuera poco, Cruyff también asestó varias críticas a la organización del fútbol mexicano debido a que el líder de la fase regular tiene que someterse al veredicto de una liguilla final, y por la escasa exigencia que tienen la selección y los clubes en esa área geográfica.
 
La calidad futbolística derrochada por la selección holandesa y el Barcelona nunca pudo apreciarse este año en las Chivas, aunque algunos analistas recuerdan que en el fallido experimento pudieron influir también el recio carácter del dueño del equipo y ciertas diferencias económicas en el contrato de Cruyff.
 
El cambio de césped del estadio de las Chivas, la designación de Van't Schip y la pretemporada en Barcelona fueron las primeras decisiones de un proyecto que para muchos no tenía futuro por los temperamentos fuertes del dueño mexicano y del asesor holandés.
 
Las continuas ausencias en la plantilla de jugadores convocados a la selección, las lesiones en la temporada de, por lo menos, media docena de jugadores más, así como decisiones técnicas controvertidas y hasta el incumplimiento deliberado en un partido de ciertas recomendaciones tácticas del entrenador hicieron ver a las Chivas como un equipo sin fuerza, carente de líder y desordenado.
 
El sueño fallido terminó con seis triunfos, cinco empates y ocho derrotas en los 19 partidos que jugaron las Chivas.
Dos de esos encuentros fueron en la liguilla final, que fue festejada como un auténtico logro, pero todo terminó mal, con una goleada propinada por el Toluca en la fase de cuartos de final.
 
Tras dar las gracias a Cruyff, Chivas decidió conservar en sus puestos a la comisión técnica, aunque ahora toma condiciones de jefe José Luis Real, que fue entrenador de primer equipo en el pasado.
 
"Ellos se quedan, pero el jefe soy yo", apuntó Real al anticipar que las Chivas seguirán adelante con el proyecto diseñado bajo el argumento de que el equipo y Van't Schip en el banquillo, han pagado ya el derecho de piso que supone conocerse en el barrio.
 
FR

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