El Manchester United dio un paso más hacia el título de la liga inglesa con una victoria en Old Trafford sobre el Liverpool (2-1) que sirve a los "diablos rojos" para mantener su ventaja de siete puntos sobre el Manchester City, que hoy ganó a un Arsenal mermado por una expulsión temprana (0-2).
El holandés Robin Van Persie, máximo goleador de la Premier con 17 tantos, lideró a un equipo que apenas notó la ausencia del inglés Wayne Rooney, lesionado, y que dominó a los "reds" hasta los minutos finales, cuando el juego de ataque del Liverpool arreció y los aficionados locales terminaron mirando el reloj.
Van Persie abrió el marcador en el minuto 19 tras una elaborada jugada en la que Patrice Evra se hizo con el balón para desbordar por la izquierda.
El centro raso del francés encontró a Van Persie en su lugar natural, el centro del área, desde donde golpeó el cuero con la zurda e hizo inútil el esfuerzo del español Pepe Reina por evitar el primer gol del United.
José Mourinho, entrenador del Real Madrid, veía desde la grada como el equipo local, próximo rival de los blancos en la Liga de Campeones, se crecía con el marcador a favor y encadenaba oportunidades tanto de Van Persie como del inglés Danny Welbeck y el japonés Shinji Kagawa.
Si bien los locales dominaron el resto de la primera parte, no fue hasta el minuto nueve de la segunda cuando lograron marcar un segundo gol.
Van Persie sirvió en esta ocasión una falta bombeada desde fuera del área en dirección a Evra, que se coló por detrás de los defensas para entrar al segundo palo y cabecear un balón que, tras rebotar en su compañero Vidic, terminó en la red de Reina.
No tenían intención de tirar la toalla los "reds", que han escalado varias posiciones en la tabla en las últimas semanas. Apenas tres minutos después, el inglés Daniel Sturridge aprovechó un rechace del español David De Gea, que había detenido un disparo de Steven Gerrard, para empujar a gol el único tanto del Liverpool esta tarde.
En Londres, los planes del técnico Arsène Wenger se vinieron abajo nada más comenzar el encuentro ante el City, cuando en el minuto 8 el central francés Laurent Koscielny derribó dentro del área a Edin Dzeko para evitar que el delantero bosnio rematara a gol.
Los "gunners" se quedaron con diez cuando el duelo no había hecho más que arrancar, aunque mantuvieron momentáneamente el 0-0 gracias a que el balón pareció aliarse con ellos cuando el mismo Dzeko lanzó desde los once metros.
En una carambola, el cuero golpeó primero en los pies del arquero polaco Wojciech Szczesny, que no había adivinado su trayectoria, dio después en un palo, botó en la línea de gol y terminó volviendo a las manos del guardameta.
El dominio del City sobre el juego no tardó sin embargo en reflejarse en el marcador, cuando, en el 21, el veterano Gareth Barry sacó una falta desde el medio campo con astucia, sorprendiendo a los rivales, y en tres veloces pases los visitantes plantaron el balón dentro de la portería de Szczesny.
Barry le dejó el balón al español Davd Silva y éste al argentino Carlos Tévez, que, mirando hacia al derecha, sirvió un pase en profundidad hacia su izquierda para que el inglés James Milner, sin oposición, rematara a gol desde dentro del área.
El mismo Milner fabricó el segundo once minutos después, cuando desbordó a la defensa "gunner" por una banda y trazó un centro raso que Tévez alcanzó a conectar con la zurda.
Con dificultades, Sczesny desvió el balón del argentino, pero solo logró retrasar lo inevitable: Dzeko esperaba en el área para recoger la bola, firmar el 2-0 y desquitarse del penalti que había fallado en los primeros minutos.
MCH
