España deshonrada, Países Bajos sin compasión

Los holandeses humillaron al actual campeón en un partido histórico, donde la Furia Roja tuvo su peor inicio en una Copa del Mundo.

VEM - Partidos - 3
 
Dicen los que saben que desde van Gogh no se veía tanto arte holandés.
 
El equipo español estrenó su corona de una manera humillante en Brasil, ante la selección a la cual venció con dificultades cuatro años atrás en la Final de Sudáfrica 2010.
 
Los dirigidos por Van Gaal aún tienen en su mente aquella derrota que una vez más les arrancó la oportunidad de coronarse campeones del mundo.
 
Holanda pudo abrir el marcador
 
Como en todos los partidos en los que se enfrentan dos europeos, el juego se niveló en el medio campo, sin embargo, Wesley Sneijder al minuto 7:29 tuvo la oportunidad de abrir el marcador.
 
En una falla de Alba, el equipo holandés encontró mal parada a la defensa central de España y el jugador del Galatasaray dejó ir una oportunidad mano a mano frente a Íker Casillas, que hizo recordar a los asistentes lo ocurrido en el Soccer City en 2010.
 
Un penal inventado por el árbitro
 
El partido continuó con el intercambio de posesión en el medio del campo hasta que, a los 12 minutos, Xabi Alonso filtró un balón interesante a Diego Costa dejándolo solo frente al arquero holandés, aunque el delantero hispano-brasileño tardó en decidir si pegarle al arco o encarar al portero, permitiendo que la defensa del equipo de los tulipanes recuperara la posición y le sacaran la pelota.
 
En los siguientes minutos regresó el estilo de juego que catapultó a España a la gloria, el tiki taka que impusiera Luis Aragonés (q.e.p.d.), lo que provocó que el equipo de Van Gaal tuviera que recurrir a meter fuerte la pierna para cortar el juego de España.
 
Los minutos transcurrían con esta tónica de juego, España con el balón y Holanda interrumpiendo con faltas.
 
A los 24 minutos De Guzman fue amonestado por faltas reiteradas sobre Iniesta. Un minuto después el árbitro marcó un penal inexistente por una supuesta falta de Stefan de Vrij sobre Diego Costa.
 
Xabi Alonso tomó el balón, lo puso sobre el manchón penal y con un tiro fuerte, raso y colocado (como mandan los cánones) colocó la pelota al lado derecho de Cillessen, librando la estirada del arquero.
 
 
Después del gol de España, el encuentro se volvió a trabar en el centro del campo. Mientras el equipo ibérico seguía amasando la pelota, Holanda, convulsionado por el gol, no lograba asentarse en el césped de Fonte Nova.
 
A los 42 minutos, Andrés Iniesta levantó la cabeza, marcó el movimiento a Silva y éste último, teniendo la oportunidad de cruzar al arquero, prefirío bombear ante la salida de Cillessen y desperdició lo que pudo ser el segundo del partido.
 
De palomita
 
Al minuto 43 luego de que el equipo de Vicente desperdiciara un tiro de esquina, el cuadro holandés tomó mal ubicado a los centrales de España y marcó el gol del empate.
 
Robin van Persie se lanzó de palomita para colocar en el ángulo izquierdo de la portería de Casillas tras un excelente pase de Daley Blind que colocó la bola por delante de Ramos y Piqué.
 
Poco más ofrecieron las dos escuadras después del gol del empate, así que al minuto 46 el árbitro italiano Nicola Rizzoli pitó el silbatazo de medio tiempo.
 
El segundo tiempo inició con los mismos 22 hombres. La idea de los técnicos era la misma, dominar el medio campo y generar volumen de juego a base del control de la pelota.
 
Holanda le da la vuelta al marcador
 
Apenas a los 52 minutos, Arjen Robben aprovechó otro error de la zaga española y marcó el segundo para Holanda. El delantero del Bayern Munich controló un balón con su pierna izquierda, le quebró la cintura a Gerard Piqué y mandó la pelota a la red librando la posición de Íker Casillas.
 
Después del gol, España se perdió en el campo y Holanda empezó a aprovechar los espacios.
 
Al minuto 59 el equipo de los tulipanes estuvo cerca de ampliar el marcador cuando Robin van Persie se llenó de pelota y, sacando un derechazo cruzado, hizo vibrar el travesaño de la puerta defendida por Casillas. El susto despertó a Vicente del Bosque y cambió el parado táctico de su juego, prescindió de Diego Costa y Xabi Alonso mandando al campo a Fernando Torres y Pedro Rodríguez.
 
No hay tres sin cuatro
 
El cambio táctico sirvió de poco “al bigotón” a los 63 minutos, en un tiro de esquina cobrado al área chica de España, Íker Casillas salió con miedo a buscar un balón contra Robin van Persie, la duda del arquero y el choque con el delantero holandés, dejó la pelota a la deriva y Stefan de Vrij marcó el tercer gol de Holanda.
 
Mientras los jugadores que vestían de azul festejaban, todos los jugadores de España fueron a reclamar una falta del atacante sobre su arquero, pero el nazareno Rizzoli no cambió su decisión.
 
Pasaron sólo 9 minutos e Íker volvió a jugar en contra de su equipo. En una pelota de trámite, el arquero español hizo una mala recepción y dejó en bandeja de plata el balón para que van Persi lograra su segundo tanto del encuentro y enterrara en vida al portero nacido en Mostoles.
 
No hay quinto malo
 
Se vino la noche para el conjunto español y Casillas no ayudó a su equipo de cara a la inminente derrota.
 
Al minuto 80 en otro latigazo del equipo holandés, Arjen Robben ganó por velocidad a Sergio Ramos y mientras Casillas se arrastraba por el suelo, colocó la pelota al segundo poste para poner el quinto gol en el marcador electrónico.
 
España, sin pies ni cabeza, sólo pedía al árbitro que terminara el partido. La goleada pudo ser mayor si Íker no tapa dos balones al minuto 87 que pudieron haber representado un marcador aún más humillante para el conjunto dirigido por del Bosque.
 
España se llevó la amargura de la derrota y la vergüenza de haber sido goleado por el equipo de Holanda.
 

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