La contratación de un jugador mexicano por un equipo europeo siempre es motivo de felicidad para la comunidad fanática de este deporte. Que el contratado sea uno de los referentes del deporte en México, hace aún más trascendente la noticia.
Rafael Márquez Álvarez vuelve a emigrar del fútbol mexicano para Europa.
El defensa partió por primera vez al Viejo Continente al término del Torneo Verano 1999, después de haber perdido la final contra Toluca.
14 años después, el nacido en Zamora, Michoacán, regresó lleno de títulos, de éxitos, de fracasos y, sobre todo, de experiencia, la cual, a lo largo del año y medio que estuvo en los “esmeraldas” compartió con jugadores jóvenes como Nacho González, José Juan Vázquez, Luis Montes, William Yarbrough y Carlos Peña.
Líder en el campo y fuera de él, el 4 veces capitán de la Selección Nacional Mexicana de Fútbol en Mundiales, vuelve a decirle adiós a su tierra para, como un novel, buscar perseguir un nuevo sueño lejos de la patria que tanto lo quiere.
Rafael Márquez, a sus 35 años, acepta el reto de ganarse un lugar en un equipo del Viejo Continente, de competirles de tú a tú a los jóvenes, de aprender un nuevo idioma y de alejarse de la zona de confort que podía representar el fútbol mexicano.
En su página web compartió una sentida carta de agradecimiento al Club León, a su presidente y sobre todo a la afición que lo arropó cuando, desde los medios, muchos periodistas afirmaron que regresaba a México para pasearse como lo hicieran otras leyendas del fútbol mexicano.
Márquez Álvarez se va del Club León y como dice en su carta, éste no es un adiós, sino un hasta pronto.