Argentinos y suizos buscaban un lugar en los Cuartos de Final de la Copa del Mundo Brasil 2014, ambos equipos habían tenido pasajes luminosos en la fase de grupos, pero también lapsos muy oscuros donde los equipos no lograron imponerse ni encontrar condiciones para mostrar su calidad.
La Arena Corinthians era un hervidero de emociones, en la grada la afición estaba con los europeos, primera vez en esta competición que un equipo latinoamericano jugaba como "visitante", pero es que la rivalidad entre brasileños y argentinos es algo que va más allá de continente. Aunque también en las gradas había muchas camisetas albicelestes que no cesaban de apoyar a los muchachos de Sabella.
Los primeros diez minutos fueron como se esperaban, Suiza aguardando el error del cuadro bajo argentino y Argentina manejando la pelota, paseándola de un lado al otro de la cancha, pero sin tener la profundidad necesaria para superar la última línea europea.
En estos primeros minutos la marca pegajosa que Hitzfield mandó sobre Lionel estaba rindiendo frutos, el astro que llevaba las 10 no había tocado la pelota de cara a la portería pues siempre recibía de espaldas y con dos hombres marcándolo.
Duelo de cancerberos
La primera jugada de peligro fue de Suiza, Shaqiri desbordó a la defensa rioplatense, mandó un centro retrasado para Xhaka, quien solo en el área disparó a la izquierda de Romero quien con la pierna evitó la caída de su marco. El rebote le favoreció a Argentina, Lio avanzó desde el medio campo, cedió para Di María, el "fideo" sacó un centro desviado por la defensa que le cayó a Lavezzi que remató justo a las manos de Benaglio y desvío a tiro de esquina.
El golpe asestado a los argentinos despertó a la bestia y los sudamericanos empezaron a apretar a los europeos en su primer cuarto de cancha, logrando plantarse dos veces de frente a la portería del arquero suizo pero sin lograr horadar la valla de los que vestían de rojo.
Juego vertical que favorecía físicamente a la Selección de Suiza y lograba nulificar a los habilidosos medios argentinos.
El encuentro se jugaba donde le convenía a los europeos, lejos de su marco y de cara a la portería de Romero. Al minuto 39, Drmic tuvo la oportunidad de gol más clara del partido, mano a mano frente al cancerbero argentino, pero el delantero suizo no supo qué hacer ante tanta soledad y en lugar de cruzar al arquero decidió picarle la pelota y el balón terminó en las manos de Romero. El primer tiempo no dio para más y argentinos empataban con suizos a su término.
La segunda parte mantuvo la tónica del primer tiempo, Argentina dueño de la pelota, pero sin tener un sólo impacto peligroso a la portería de Benaglio. Así se mantuvo el partido hasta el minuto 61, cuando Rojo mandó un centro medido a la cabeza de Higuaín quien remató a contra pie del arquero suizo y éste reaccionó mandando el balón a tiro de esquina.
Con Messi nulificado por la defensa europea, al equipo de Sabella le faltaban ideas, profundidad, creación, imaginación y sobre todo fútbol. Lo mismo que sufrió el rosarino en Sudáfrica 2010 cuando tenía que bajar hasta medio campo a tomar la pelota, le estaba sucediendo en este partido.
La primera ocasión de Lionel Andrés Messi llegó hasta el minuto 77, el zurdo jalo un balón en tres cuartos de cancha, le rompió la cadera a sus marcadores y sacó un potente disparo a la base del poste derecho, pero Benaglio recostó el cuerpo y evitó la caída de su marco. Los arqueros se han vuelto factor determinante para que el marcador se mantenga cero por cero.
El encuentro de enfrascó en el campo suizo, pero los argentinos no pudieron resolver de cara a meta y el árbitro Jonas Eriksson silbó el final del segundo tiempo con el empate sin goles y el cotejo se fue a los tiempos extras.
Tiempos extras
El primer tiempo extra cambió por completo lo que había sido todo el partido, Suiza con las piernas más frescas presionaba a los sudamericanos desde la salida. Cuando el conjunto europeo se veía superado reculaba con los 11 jugadores detrás del círculo del medio campo y esperaban a los argentinos.
El segundo tiempo extra tuvo como héroe de nueva cuenta a Benaglio. Di Maria sacó un disparo desde la punta derecha que parecía colarse en el ángulo de la meta, pero el arquero suizo de nueva cuenta le robaba el pase a Cuartos de Final a los sudamericanos.
El talento de la pulga sentenció el partido
En una nueva pelota en medio campo, el balón le cayó de rebote a Messi, Lio evitó a tres jugadores, le mandó un pase al hueco a Di María quien se encontraba solo en el lado derecho del campo, el portero Benaglio venía recorriendo hacia su poste izquierdo y el “fideo” la mandó a guardar al 118 del partido.
Al 120 Dzemaili tuvo el empate en dos ocasiones. El delantero recibió un pase a la cabeza dentro del área chica, el suizo metió la cabeza y mandó la pelota al poste. El rebote pegó en la rodilla de Dzemaili y salió por la línea de fondo.
Al 126, el árbitro Eriksson terminó el partido con la victoria del equipo argentino sobre los suizos.
Foto por EFE
La jugada que lo pudo cambiar todo.
