El equipo de Joachim Löw es, sin lugar a dudas, una de las selecciones más serias para jugar la final el 13 de julio en el estadio Maracaná. Su fútbol a lo Guardiola permite a sus jugadores volver locos a los rivales y cuando se “Desguardiolizan” la verticalidad con la cual atacan a sus adversarios es tremenda.
Ahora que enfrenta a Brasil en la semifinal, analizaremos 10 razones por las cuales “Die Mannschaft” podría estar en la Final el domingo 13 de julio.
1. Defensa goleadora
Algo que comparte el equipo alemán con el brasileño es que sus defensas saben anotar goles, aprovechan las jugadas a balón parado para imponer sus condiciones y adelantar a su equipo cuando el trámite del partido es adverso.
Además que son futbolistas que pocas veces pierden la marca y su referencia en el campo, menos rudos que los brasileños, pero cuando necesitan meter la pierna les dejan en claro a sus rivales que están ahí y que sufrirán todo el partido.
2. Medio campo ágil
Que la mayoría de los futbolistas alemanes que juegan en el medio campo sean de un mismo equipo les da una ventaja sobre otras selecciones nacionales. Además de conocerse a la perfección, que Joachim les permita jugar a su antojo les facilita el trabajo, pues el equipo ha perfeccionado la teoría de triángulos de Guardiola y quitarles la pelota es sumamente complicado.
3. Lahm
Mención aparte para el joven capitán alemán. Un tío que sabe jugar pegado a la banda derecha para defender, que puede ser un pivote al momento de contener los ataques rivales, que puede jugar de volante pues tiene buen toque final y que en caso de ser necesario hasta armador de juego. El chaparrón Philipp Lahm es un jugador total que no sólo ejerce su capitanía a base de gritos, sino que es ejemplo práctico de liderazgo por su esfuerzo y concentración en los 90 o más minutos del partido.
4. Le gusta ser odiado
Genética alemana que se lleva en la sangre, para bien y para mal. El equipo teutón es odiado en todos los campos, ya sea por resentimientos históricos políticos u odios deportivos bien ganados por su entrega total en el campo. Este equipo alemán ha demostrado que ser el villano o antihéroe no le pesa al saltar al campo, las rechiflas e insultos lo motivan a jugarse la piel en cada balón y cerrar la boca de los que osan meterse con ellos.
5. Programados para vencer o morir
Así como los espartanos hace más de 2,000 años, el equipo alemán sólo entiende de una frase, “con tu escudo o sobre de él”. Cada partido es una batalla que se juega a ganar o a morir, si se pierde que sea luchando, si se gana, que sea arrasando. No existen puntos medios, aunque en esta Copa del Mundo los rivales que han enfrentado no sólo han sido en el campo de juego, a ellos también habría que sumarles un grupo de hombres de pantalón largo que les pusieron a jugar en horarios y climas desconocidos para este equipo.
6. Cuenta pendiente con Brasil
La herida de la final en 2002 sigue abierta en el cuerpo de la selección alemana. Si bien es cierto que ninguno de los jugadores que saltaron a la cancha en Corea-Japón sigue vistiendo la casaca nacional, el perder frente a Brasil es algo que no han olvidado y nada sería mejor que eliminar al odiado rival en su casa y con su gente. Como dirían los Simpson “…los alemanes jamás olvidan”.
7. Histórico goleador
Motivación personal que se manda al colectivo. El saber que en sus filas está el “bomber” Miroslav Klose es algo que da aliento a los jugadores que saltan a la cancha. Estar en casa de Ronaldo y que Miros lo haya empatado en goles, es un asunto de estado para rebasarlo y dejar en claro que en un juego de 11 contra 11 siempre gana Alemania.
8. Administración del esfuerzo
Si bien es cierto que hace tres puntos hablamos que el equipo teutón sale a vencer o morir en el campo, algo que han aprendido a la mala en esta Copa del Mundo es a administrar esfuerzos. Entendieron después del partido contra Ghana que un gol les sobra y basta para dejar llorando en el campo a sus rivales y Löw se los ha transmitido a sus dirigidos. A diferencia de Scolari, que busca el resultado, el conjunto alemán sabe atacar por tiempos de partido, los primeros y últimos quince minutos de cada tiempo son dominio constante del partido y no es raro que esa forma de juego les haya regalado tres victorias en los cinco juegos que han disputado.
9. Thomas “la perla” Müller
Foto por EFE
Poco reflector, mucho esfuerzo y muchos goles. No es el "killer" que el mundo esperaba, no regala poesía con sus goles y si lo miras bien no es un jugador del prototipo alemán. Sin embargo, “la perla” es un jugador que tiene tatuada en su mente la portería y resuelve frente al marco como si llevara décadas jugando al fútbol.
Aún está lejos de los goles de Klose y Ronaldo, pero cuenta con la edad suficiente para desbancarlos y sentarse en el trono del máximo romperedes de la historia mundialista.
10. Manuel Neuer
El mejor arquero del mundo, el portero más eficiente del Mundial y el mejor cancerbero jugando con los pies y, sobre todo, el mejor líbero de los 32 equipos que disputaron la Copa del Mundo Brasil 2014.
Manuel Neuer ha demostrado que sabe jugar en el área, sobrio y con reflejos felinos, centrado en lo que tiene que hacer, siempre pensando en la primer jugada antes de buscar otra cosa.
Sus manotazos salvadores impidieron que su marco cayera en varias ocasiones frente a Francia y demás rivales. El jugador que todos los directores técnicos quisieran pues saben que un gran equipo se inicia con el portero.
